Conocer la motivación de los estudiantes que inician un grado en Ciencias de la Salud es fundamental para desarrollar un aprendizaje formativo y performativo. Este conocimiento permite al estudiante tomar conciencia de sus propios intereses y aspiraciones y permite al profesorado identificar sus preocupaciones principales y aquello que supone un estímulo para su aprendizaje.
Por otro lado, el contexto actual de la pandemia por la COVID-19 requiere más que nunca la implicación de profesionales que destaquen en el desarrollo de las conocidas como “habilidades duras” (hard skills) y “habilidades blandas” (soft skills). Esto es, que sean expertos en su materia pero además que sean personas implicadas en proporcionar un cuidado humano, empático, flexible, comprometido e inspirador.
Dentro de este marco, se plantea una encuesta durante la primera semana de curso a estudiantes de primero de Odontología de la Universitat Internacional de Catalunya (n=81). Esta consta de cuatro preguntas abiertas, referidas a su motivación, la identificación de cualidades de excelencia en su profesión, los retos actuales y el consejo que seguirían para abordar con éxito su periodo de formación.
A partir de esta encuesta nos planteamos como objetivos:
1 – Conocer las principales motivaciones de los estudiantes de Odontología.
2 – Conocer qué competencias y habilidades identifican como las más importantes a desarrollar en su profesión y cómo se identifican con las habilidades blandas y duras.
3 – Conocer si el contexto de la pandemia está presente en sus inquietudes y se les plantea como un reto a afrontar en su futuro.
Para alcanzar los objetivos se analizan las respuestas de los estudiantes, se identifican las variables más comunes y se agrupan en categorías, comprobando las tendencias predominantes e identificando cuáles se sitúan entre las habilidades blandas y duras.
Los resultados del estudio muestran que la innovación tecnológica, la formación continua y la empatía con el paciente ocupan un lugar preeminente en las aspiraciones de los estudiantes. La mención al contexto del coronavirus está presente, pero en menor grado. De ello se deduce que este factor no ha sido determinante en la elección de sus estudios pero sí se halla presente, aunque en un bajo grado, entre los retos que tendrán que afrontar.
Se concluye que, para alcanzar los objetivos formativos y profesionalizadores, los estudiantes perciben el desarrollo de las habilidades blandas y duras en una igual proporción. Este estudio sirve de base para el futuro, y se plantea la elaboración de una encuesta de corte mixto, basada en la identificación de estas variables y la comparación con otros perfiles de Ciencias de la Salud, como Medicina y Enfermería.
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Mario Rivera Izquierdo
Comentó el 11/12/2020 a las 19:31:13
En primer lugar, enhorabuena por su trabajo. Ustedes destacan la innovación tecnológica, la formación continua y la empatía con el paciente como pilares motivacionales, mientras que nosotros en medicina en un estudio similar concluimos la importancia del aprendizaje práctico, dado que en ciencias de la salud en las universidades españoles tenemos un fuerte contenido teórico pero que muchas veces va acompañado de un escaso contenido práctico, en comparación con otros países. Quería preguntarles cómo han diseñado la encuesta, ¿está validada o basada en otras herramientas, o ha sido diseñada "ad hoc"? En dicho caso, ¿os planteáis realizar un estudio de validación de la herramienta para que pueda ser utilizada por otros investigadores en otros contextos? Un fuerte abrazo y enhorabuena.
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Isabel Morales Benito
Comentó el 12/12/2020 a las 18:17:23
Buenas tardes:
Muchas gracias por su comentario y por su pregunta. Para la encuesta hemos hecho preguntas "ad hoc", pero hemos clasifcado las respuestas tomando como referencia la investigación de Engels (2017), Les attentes des étudiants de génération y en formation paramédicale : des compétences académiques mais aussi non académiques. La encuesta que hemos hecho no está validada. El objetivo principal era "explorar" el terreno de la forma más fidedigna posible a la realidad, es decir, dejar que los estudiantes hablen abiertamente y sin ningua premisa sobre sus motivaciones e intereses, objetivo que me parece que hemos alcanzado. Plantear una encuesta más cerrada (que requeriría un diseño y validación) restringiría las opciones y probablemente no se conseguiría tanta trasnsparencia como ahora, porque las respuestas estarían dirigidas o acotadas. No obstante, eso permitiría un análisis de los datos mucho mejor y la posibilidad, como comentas, de utilizar esta misma herramienta en otros cursos, grupos y estudios. Pensamos que esta segunda opción es la más favorable. No hemos logrado encontrar ninguna encuesta que se ajuste totalmente a nuestros intereses de estudio, por lo que nos planteamos crearla, a partir de los datos obtenidos, y validarla. En este sentido, si vosotros habéis hecho un estudio similar, nos resultaría de mucho interés conocer cómo lo habéis planteado y qué alternativas y perspectivas valoráis. Os dejo mi correo por si estuvieráis interesados en comentarlo: imorales@uic.es.
Muchísimas gracias.
Un cordial saludo,
Isabel Morales
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Antonio Jesús Láinez Ramos-Bossini
Comentó el 10/12/2020 a las 18:18:19
Buenas tardes:
En primer lugar, felicitaros por vuestra excelente exposición. Estoy especialmente interesado en lo que concierne a las soft skills. El desarrollo de estas competencias debería ser una prioridad en el desarrollo académico, muy especialmente en el ámbito biosanitario. Desgraciadamente, es un aspecto muy olvidado en la formación universitaria de nuestro país, de ahí que el objeto de vuestro estudio sea de gran interés. Os planteo las siguientes preguntas:
1. ¿Creéis que deberían ponderarse las habilidades blandas a la hora de seleccionar a los candidatos en el acceso al sistema público universitario? De ser así, ¿cómo?
2. Como docentes, ¿qué herramientas consideráis más adecuadas para mejorar estas competencias en el alumnado?
3. Por último, ¿creéis que los resultados de vuestra encuesta varían sustancialmente al finalizar el grado? Si es así, ¿en algún aspecto en concreto?
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Isabel Morales Benito
Comentó el 11/12/2020 a las 16:18:38
Estimado Antonio:
Muchas gracias por su comentario, con el que coincido plenamente. Veo que estamos muchos empeñados en esta tarea, lo que resulta muy esperanzador.
Acabo de responder a otra pregunta que puede ver a continuación. Es posible que la respuesta resuelva ya algunas cosas. No obstante, le respondo punto por punto:
1. Difícil pregunta. Hay motivos para el sí y para el no. Si bien es cierto que existe el talento natural (personas más-menos empáticas, más-menos organizadas, etc.), también es verdad que estas habilidades se pueden ir desarrollando y adquiriendo con un programa formativo bien planteado, con muchas prácticas, y con la madurez natural del aprendizaje. Existen entrevistas personales y evaluaciones basadas en métodos del caso, test DISC, o similares que se pueden incluir en los procesos de selección. No obstante, en este campo, no suele haber un bien/mal, sino una manera de ser u otra. Quizás, en vez de plantear estas entrevistas o pruebas para una selección se pueden utilizar como manera de individualizar la formación de los alumnos: cuáles son sus puntos fuertes y cuáles son sus áreas de mejora. Sobre esta base, el desarrollo de las habilidades blandas puede hacerse mejor.
2. Cualquiera que implique: una reflexión previa, una acción, una evaluación personal y un feedback. La práctica es fundamental, tanto a través de simulacros, métodos del caso y situaciones ficticias como prácticas con pacientes reales. Pienso que también ayuda mucho tener figuras cercanas de las que aprender (cómo aprender a proceder).
3. ¡Nos gustaría pensar que sí! De momento la hemos planteado en primero. En alumnos de cuarto y quinto ya detectamos que destacan especialmente el trato amable y respetuoso con los pacientes, lo que está en continuidad con lo que han respondido los de primero, pero pueden crecer en el trabajo desinteresado y en la cooperación entre compañeros. Todavía no tenemos resultados conclusivos, pero parece que van esta línea.
Espero haber resuelto sus dudas, quedamos a su disposición para cualquier cosa.
Un saludo muy cordial,
Isabel Morales
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Silvia Amalín Kuri Casco
Comentó el 10/12/2020 a las 16:44:11
Felicidades, Doctoras Isabel y Margarita.
Su investigación es muy interesante.
Me interesa particularmente saber ¿Cómo evalúan la formación de soft skills en sus estudiantes de odontología?, ya que mi línea de investigación es la de evaluación del aprendizaje. Coincido con ustedes en la importancia de la formación de estas y las hard skills para una formación integral de los estudiantes.
También comentarles que yo he sido asesora curricular en mi universidad para la facultad de odontología en su actualización curricular y he trabajado mucho con los doctores para la realización de programas y toda la fundamentación de los mismos, de ahí un doble interés en su investigación.
Gracias.
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Isabel Morales Benito
Comentó el 11/12/2020 a las 15:55:12
Estimada Silvia:
Muchas gracias por su mensaje. Sí, también creeemos que la formación integral de los estudiantes (y más en ciencias de salud) es fundamental. Eso no hace, ciertamente, que sea fácil, ya que requiere de estrategias y acciones diferentes a las que estamos habituados.
En nuestro caso, la implementación de las habilidades blandas se realiza a través de tres acciones: 1) Diversas asignaturas de carácter humanísito (como antropología y ética) repartidas durante todo el grado, 2) El programa mentor, en el que alumnos de 5º curso acompañan a alumnos de 3º en su paso por las prácticas de clínica, para ayudarles y servirles de referencia en el trato con el paciente, y 3) El asesoramiento. Cada alumno tiene un/a asesor/a de la universidad que le acompaña durante toda su trayectoria, para abordar todo aquello que no es estrictamente académico pero que también es importante.
Estamos en proceso de dearrollar una herramientas de evaluación para medir la adquisición de estas competencias, se trata de un cuestionario que nos gustaría validar, que se complementaría con el feedback de los responsables clínicos y mentores. Pensamos que la evaluación de estas competencias, lógicamente, y por su naturaleza, tiene que ser múltiple y no es blanco / negro, por lo que asumimos que nunca se podrá medir de modo exhaustivo. Ahora bien, el sólo hecho de evaluarlo es ya una toma de conciencia que ayuda mucho al estudiante y supone un gran avance. ¡Esperamos que dé buenos resultados y podamos tener datos para ver cómo mejoran!
¿Cómo lo plantean ustedes? Estaríamos muy interesadas en conocer cómo se implenta en otras universidades, y también cómo se plantea la evaluación. Seguro que el intercambio puede ser muy enriquecedor.
De nuevo, muchas gracias por su pregunta.
Un cordial saludo,
Isabel Morales
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