En este trabajo –incluido en el proyecto “El uso de la piedra granítica en el Patrimonio Monumental del área ‘geo-estratégica suroccidental’ de Castilla y León” (PGC2018-098151-B-I00), financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades-, con el fin de determinar el empleo del granito de las canteras históricas de Cardeñosa y Mingorría se han inspeccionado los principales edificios, eclesiásticos y civiles, de casi 300 localidades enclavadas en el Centro-Sur de Castilla y León, una llanura ubicada sobre los terrenos de la Cuenca del Duero que adolece de recursos pétreos y que integra esencialmente la comarca abulense de La Moraña, la parte meridional de la provincia de Valladolid y la occidental de la comarca del Oeste-Tierra de Pinares de la de Segovia.
En esta área hemos distinguido tres zonas de uso decreciente de este granito de Sur a Norte, desde las canteras hasta Valladolid, que situada a 135 km marca el límite septentrional: Zona 1, con uso mayoritario de estos granitos, distante hasta unos 20 km. Un buen ejemplo es la iglesia de Riocabado; Zona 2, con uso significativo en diversos elementos, hasta los 30 km, destacando Martín Muñoz de las Posadas, aunque hay excepciones como Arévalo a 40 km, Madrigal de las Altas Torres a 65, Olmedo a 70, Medina del Campo a 80, o Valladolid, que ponen de manifiesto su importancia como centros de poder político-económico, que se refleja en el costoso empleo del granito de Cardeñosa; Zona 3, con uso minoritario, restringido casi al zócalo de los edificios, que abarca de los 30 a los 60-70 km. Las iglesias de Fontiveros y Mamblas son claros ejemplos, aunque hay casos, como Tordesillas, a más de 100 km.
En relación al paisaje monumental, en los templos románicos del siglo XII debido a la escasez de recursos se utilizaron los materiales graníticos cercanos, no necesariamente de Cardeñosa, junto con otros también próximos, como pasó en la iglesia de Vicolozano. En este periodo histórico alcanzó un gran desarrollo la arquitectura mudéjar que, basada en el ladrillo, dejó ejemplos admirables por estas tierras, prolongándose su uso durante la Edad Moderna, fundamentalmente en buena parte de La Moraña. Desde finales del XV cambiaron drásticamente las condiciones socio-económicas, produciéndose en este ámbito geográfico una gran demanda constructiva que favoreció el empleo, cada vez más selectivo, del granito objeto de estudio, prolongándose esa situación hasta comienzos del Seiscientos. Buenos ejemplos de arquitectura tardogótica son las iglesias de Villaflor y Villanueva de Gómez, y del renacimiento clasicista el convento de San Agustín de Madrigal y el palacio del Cardenal Espinosa de Martín Muñoz, sin olvidar que hasta Valladolid llegaron en la segunda mitad del siglo XVI más de 500 toneladas de este granito para la construcción de la Plaza Mayor y de los espacios porticados cercanos. En el XVIII se impuso el uso del llamado granito “rubio” de Cardeñosa en los zócalos y portadas, tanto de templos (Nuestra Señora del Castillo de Madrigal, Horcajo de las Torres) como de casas solariegas (Cabezas del Pozo).
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Miguel López-Plaza
Comentó el 16/12/2020 a las 20:51:05
Hola Alexandra:
El tema del transporte de grandes piezas es un tema muy complejo.
Planteas tres aspectos: uno, el coste y esfuerzo; otro, es la funcionalidad o calidad requerida del material, y un tercero, el poder económico.
Estos tres y alguno más siempre pueden estar presentes.
Respecto del coste, en este caso es muy alto, sobre todo, por la distancia, al igual que ocurre con el granito de Los Santos. En ambos casos, este factor se ve paliado por la pendiente regularmente descendente, no tan evidente para Los Santos, por los altibajos de la ruta. Se acepta que el mejor sistema era por carretas tiradas por parejas de bueyes. ¿Cuántos?. Tantos como hagan falta, estimándose que una pareja de bueyes o yunta podía transportar una carga máxima de 2250 kg para pendientes inferiores al 5 %, como las de las rutas de las piedras salmantinas. El caso de mayor número de bueyes, que yo sepa, es el del monolito a Mussolini: ¡100 bueyes!; 15 pares de bueyes para la catedral de Burgos, llevando unas 10 toneladas; para el Escorial 30 pares de bueyes, en ocasiones, claro. Hay muchos, muchos ejemplos.
Respecto del material, es fundamental la funcionalidad en una zona desprovista de rocas graníticas como Valladolid. Pero otra veces se busca suntuosidad, como ocurrió con la vaugnerita de Ledesma y con los marmor romanos. O para propaganda política, como el caso referido del monolito de Mussolini; o para reafirmación territorial como en Roma, y otros ejemplos salmantinos, que espero en breve darlos a conocer.
El tercer factor, el poder socio-económico, también está presente, obviamente, y merece la pena que lo estudiéis los historiadores. Tenéis un reto para aplicarlo a esta zona de estudio.
En fin, podríamos estar horas escribiendo o hablando del tema.
Estoy a tu disposición para cualquier aclaración que yo sepa.
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Miguel López-Plaza
Comentó el 16/12/2020 a las 20:49:04
Con mucho gusto, contesta un morañego (de Fontiveros) a otro morañego:
Hemos visitado 300 localidades y en muchas de ellas hay varios monumentos de interés. Obviamente, no podemos citar todos en el trabajo. Es evidente que el periodo constructivo más esplendoroso se produce durante el siglo XVI. De esta época hay muchos edificios que hemos omitido. Por ejemplo, sin salirnos de Fontiveros: casonas de Don Diego de Arriaga y la de los Cubas y Maldonado. En ellas ha habido una selección pétrea: se ha utilizado la facies intermedia (especialmente para jambas y dintel) y los granitos finos (especialmente para los escudos y alfil, en su caso), como es muy común en la arquitectura civil de toda el área de estudio. Lo mismo ocurre en Arévalo con relevantes palacios, como por ej.: el de Cárdenas.
También hemos omitido las plazas porticadas con granito de Arévalo: se conservan casi 100 columnas graníticas con las variedades intermedia, fino inequigranular y fino equigranular, lo cual significa un gran volumen de piedra transportada, aunque no tanto como para Valladolid.
Hay en La Moraña muchas ermitas que tienen algo de granito, especialmente en el basamento. También aparece mucho granito en las restauraciones y ampliaciones de muchas iglesias, incluidas algunas mudéjares, como la de Fontiveros, que se llevaron a cabo durante los siglos XVI, XVII y XVIII, principalmente.
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Carmen Sáez-González
Comentó el 10/12/2020 a las 17:06:33
Hola Miguel y Eduardo:
Enhorabuena por su trabajo y por la interesante ponencia.
En el resumen de la comunicación explican que han visitado casi 300 monumentos pero en el video solo se mencionan unos pocos ¿podrían decirme algún otro monumento de interés del que les gustaría haber hablado pero por cuestiones de tiempo no han podido? Mi familia es de la zona de la Moraña y me encantaría conocer más sobre el tema.
Muchas gracias.
Un saludo
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Eduardo Azofra Agustín
Comentó el 10/12/2020 a las 20:59:27
Hola, Carmen:
Muchas gracias por su interés. La verdad es que han quedado muchos edificios en el tintero y otros apenas mencionados muy de pasada. Por ejemplo, iglesias como la de San Juan de la Encinilla, Gutierre-Muñoz o Flores de Ávila son ejemplos de gran interés. O, por ejemplo, el edificio de las Carnicerías en Medina del Campo o las Casas del Tratado en Tordesillas.
En el caso de La Moraña, la verdad es que el granito apenas se utilizó, es la zona del ladrillo, pero, aún así, hay ejemplos de gran interés en Arévalo, donde destaca el edificio del ayuntamiento, la portada occidental de la iglesia de Santo Domingo o las dos plazas, tanto la de la Villa como la del Arrabal. Tb hay buenos ejemplos, además de los ya citados, en Madrigal de las Altas Torres y, por supuesto, siempre merece la pena la parroquial de Fontiveros, sobre todo por la variedad de materiales empleados en ella.
En fin, esperamos haber contestado a su pregunta, y reiteramos nuestro agradecimiento por su interés. Saludos
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Carmen Sáez-González
Comentó el 13/12/2020 a las 00:42:05
Muchas gracias por la respuesta y por toda la información. En mi próxima visita a la Moraña, me fijaré en todo lo que han comentado.
Saludos y enhorabuena de nuevo por su presentación!
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Alexandra M. Gutiérrez-Hernández
Comentó el 10/12/2020 a las 12:41:27
Hola a ambos.
Es un trabajo fantástico el que estáis realizando, recorriendo todos esos lugares en búsqueda del uso del granito en los monumentos de esas amplias zonas.
Algunas de esas piezas son de extraordinario peso y tamaño y se localizan en lugares muy alejados de las canteras de origen, ¿cómo creéis que deberían ser esas carretas y yuntas para transportar semejantes moles pétreas?
¿Qué explicación puede tener el uso de tanta cantidad de granito de Cardeñosa en las columnas de la Plaza Mayor de Valladolid, dada la distancia con respecto a la cantera? ¿Es una cuestión de calidad del propio material o puede estar vinculada con la "nobleza" que siempre se ha otorgado al uso de la piedra? Ya que tanta distancia debería encarecer enormemente cada una de las piezas.
Un saludo
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Eduardo Azofra Agustín
Comentó el 10/12/2020 a las 13:07:38
Hola, Alexandra. Muchas gracias.
Como bien apuntas, una de las cuestiones que más nos está llamando la atención es el peso y el tamaño de algunas de las piezas transportadas desde las canteras de origen. El transporte, sin duda, se hacía en carretas tiradas por bueyes. Al respecto hay trabajos ya publicados que, por ejemplo, nosotros recogemos en una investigación previa publicada sobre el uso de dos piedras muy concretas del área de Sayago (Zamora) en los monumentos. Hay estimaciones al respecto. En esas carretas (en el vídeo hemos incluido una fotografía de principios del siglo XX) se podía transportar algo más de una tonelada y media, necesitándose 2 o 3 yuntas de bueyes.
En relación a su segunda pregunta, también muy interesante, debemos decir que es una cuestión que también nos ha resultado muy interesante. Como exponemos en el vídeo, a lo largo de casi medio siglo se transportaron hasta Valladolid, tanto para los portales y edificios de la Plaza Mayor como para los de loes espacios colindantes, más de 500 toneladas de granito gris de Cardeñosa, estimación que creemos hemos hecho a la baja, intentando ser muy prudentes. En este caso, creemos que se juntan toda una serie de factores. En primer lugar, la necesidad de utilizar la piedra (no debemos olvidar que el proyecto deriva del gran incendio producido en 1561), y, en este caso, una buena piedra, poco porosa, como es el granito. Además, para esas fechas, el granito de Cardeñosa ya era conocido en Valladolid y llevaba más de un siglo en plena explotación. Por último, sin duda alguna, el poder económico del cliente también es algo a tener muy en cuenta.
Esperamos haber contestado a todas sus cuestiones.
Saludos, y muchas gracias.
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