En la actualidad, la libertad y la comunicación ilimitadas que pretendían ofrecer internet y las redes sociales se han transformado en un sistema de control y vigilancia de los sujetos propio del siglo XVIII.
A los presos que eran vigilados en el panóptico benthamiano se los aislaba del resto de sus compañeros con fines disciplinarios y no tenían comunicación con el exterior, a fin de cuentas el panóptico funcionaba porque el reo pensaba que era vigilado constantemente, aunque no viera al guardia, y la incapacidad de coordinarse con otros presos para armar un motín.
Sin saberlo, Jeremy Bentham estaba aplicando sobre los presos el efecto Hawthorne en un intento de mejorar su comportamiento. El problema apareció tiempo después, cuando los convulsos tiempos mostraron que los abusos de poder y la constante vigilancia crea una resistencia en el sujeto que le hace proclive a revolucionarse contra las formas de coacción y coerción que el poder ejerce en su contra.
Este modelo de presidio fue un ejemplo de microsociedad donde las alteraciones sociales, producto de la mejora de las condiciones de algunos presos sobre otros, creaban situaciones conflictivas que debían ser reprimidas por la fuerza, lo que a su vez generaba mayor inquina en los reos.
La época de las revoluciones liberales (1789-1860) recogió la situación de esa microsociedad, y lo elevó a su máximo exponente generando una época de conflictos armados e inestabilidad económica inadmisible para el sistema capitalista porque hunde la economía.
En el siglo XXI y con un sistema neoliberal, no es aceptable económicamente estas situaciones conflictivas, por ello se ha creado, sin que el ser humano sea muy consciente de ello, un panóptico digital, donde todos los sujetos se transforman en reos del datismo más absoluto y lo hacen de forma casi necesaria.
El reo del panóptico digital vive en una comunicación constante y muestra todo tipo de información sin cuestionarse el tratamiento que se hace con ella. La entrega de forma voluntaria, como si fuera una necesidad interna al ser humano hacer de su vida privada algo público y datable a observadores ajenos, lo cual opaca la coacción en la que vive, haciendo del sistema neoliberal el más eficiente porque no crea resistencia en el sujeto.
Y es ahí cuando entra el big data, vigilante algoritmo del comportamiento digital de los sujetos y que, cual oráculo, puede formular predicciones bastantes certeras de nuestro comportamiento, que no solo es capaz de anticipar dinámicas sociales sino que incluso puede ser capaz de controlarlas o reconducirlas a través de la comunicación constante en la que vive inserto el reo digital en sus redes sociales , hacia formas de dominación que intervienen en la psique humana pre-reflexiva y cuyas consecuencias, aún hoy ilimitadas, no somos capaces de comprender.
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Ponencia Online
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Carmen Crespo Catalán
Comentó el 11/12/2020 a las 23:53:10
Estimado Mikel. Muchas gracias por tu comunicación.
En la era del panóptico digital, de la proyección interesada subjetividades, de la imposición algorítmica de los datos mayoritarios, de la omisión constante de todo un dominio de posibles y de la representación parcial de la realidad... ¿se te ocurren ideas que nos permitan desmarcarnos de la deriva social que expones?
¡Un saludo!
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Agustín Sánchez Cotta
Comentó el 11/12/2020 a las 15:24:22
Estimado Mikel Caseiro,
Enhorabuena por su presentación. Denota de ella un esfuerzo intelectual y una profunda labor de investigación.
Debo reconocer que mi presentación trata temas muy cercanos a los suyos, y por ello tengo dos referencias básicas que han sido clave para mi trabajo y me gustaría ofrecerselas, si aún no las ha consultado:
- Clarissa Veliz, Privacy is Power.
- Shoshana Zuboff, La era del capitalismo de la vigilancia.
Tengo una consulta para usted, que incluye un comentario: ¿Cómo podemos definir al vigilante? ¿quién o qué es?
Si acepto el principio antropológico de incertidumbre, generador de mecánicas oraculares, cuyos orígenes comúnmente conocidos pueden estar en Delfos como usted bien ha definido; y si acepto el desarrollo histórico de sistemas de vigilancia comenzando por su versión analógica (el panóptico de Bentham) hasta su versión digital (la estructura formada por Big Data, algoritmos y patrones de predicción), parecería que un ente metafísico, que vagamente podríamos denominar como un pensamiento común, cultura o ideología, se encuentra detrás de este organismo. No me ha quedado claro si usted lo define o no.
De nuevo, muchas gracias y enhorabuena.
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Fernando Centenera Sánchez-Seco
Comentó el 10/12/2020 a las 00:03:47
Estimado Mikel,
en primer lugar, quisiera felicitarle por su trabajo, que me parece muy interesante. Quisiera decirle que parte de su exposición, muy ilustrativa, me ha recordado a algunas ideas que expone José Luis L. Aranguren en Ética y Política. En esta obra el autor considera que el Welfare State es manipulador, tanto económica como políticamente, por cuanto, entre otras cosas, el sistema impone la necesidad de consumir bienes que, no obstante, son innecesarios. Frente a ello, propone centrar la atención en la justicia, en vez de en el mercado, atendiendo de manera principal a los servicios sociales como la salud o la educación. Le dejo la cita de todo ello porque pienso que quizá le pudiera interesar, y también para que, si lo tiene a bien, lo comente en el sentido que entienda oportuno. Muchas gracias por su atención.
Un cordial saludo,
Fernando
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Mikel Casero Pina
Comentó el 10/12/2020 a las 17:00:45
Muchas gracias por su felicitación estimado Fernando,
Está usted en lo cierto al mencionar la influencia en mi ponencia de José Luis L. Aranguren. Considero que el Welfare State es un manipulador social y, a través de ello, político pero la solución de centrar la atención en la justicia supondría creer que la misma es un órgano independiente de la sociedad y que no se va a corromper por la influencia del mercado y los poderosos que controlan el mercado.
La justicia, o siendo más precisos, las leyes con las que se pretende regir la sociedad terminan siendo un instrumento con el que se hace creer a la sociedad en la existencia de una igualdad para todos, pero desde el momento en el que ciertas penas, o sanciones pueden verse sorteadas por una cuantía económica o por la habilidad de un equipo de abogados que trabajen de forma exclusiva para un cliente, o simplemente la opinión sobre la realidad de unos hechos que se forme un juez o un jurado, la igualdad deja de ser posible por el desequilibrio económico.
Si solo nos referimos a la justicia como distribución de bienes de manera equitativa en una sociedad, tampoco podríamos aceptar la situación que hay ahora, con un sistema fiscal, tanto en Europa como en EEUU, que desde 1980 ha ido perdiendo el apelativo de progresista que había adquirido desde 1914, pues durante las guerras mundiales y hasta los años 80, los impuestos progresivos sobre las rentas más altas alcanzaban entre el 70 y el 90%, mientras que en las rentas más bajas entre un 10% y un 20%, lo que provocó una distribución económica más equitativa, ofreciendo posibilidades de desarrollo a todos los sectores de la población.
En la actualidad las rentas más altas están entorno a un 50% de impuestos frente al 30% de las rentas más bajas, lo cual está separando más los diferentes estratos sociales entre pobres y ricos.
Estos ingresos que está dejando de tomar los diferentes Estados no suponen una mejora en la cantidad de puestos de trabajo ni en el futuro laboral de las generaciones futuras, sino que está creando distintas capas sociales que no pueden acceder a una educación superior por falta de economía y de posibilidades, lo cual merma su futuro. Por otro lado la salud se ha convertido en un negocio a privatizar en Europa, lo cual generará más problemas a la larga por la falta de ingresos.
Un cordial saludo.
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Fernando Centenera Sánchez-Seco
Comentó el 11/12/2020 a las 08:55:15
Muchas gracias por la respuesta Mikel. Personal y profesionalmente, por mi parte quiero y debo estar comprometido con la justicia. En Filosofía del Derecho solemos diferenciar entre el 'ser' del Derecho (las normas escritas), y el "deber ser" del mismo (cómo debería ser el Derecho, lo que implica la valoración en términos de injusto o justo); y en eso estamos.
Saludos,
Fernando
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Javier Romero
Comentó el 08/12/2020 a las 16:33:22
Gracias por la presentación Mikel, realmente interesante.
Mi pregunta gira en torno a si ha trabajado, o toma en consideración, las redes globales de ese “capitalismo digital”. Entendiendo que no solo está presente en medios de comunicación, sino también en empresas de Internet, empresas de software, plataformas digitales, etc., ¿puede poner algún ejemplo más allá de la empresa Acxiom? Por otra parte, ¿qué autores actuales maneja en este trabajo? Byung-Chul Han o Manuel Castells trabajan en estos términos. Un saludo.
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Mikel Casero Pina
Comentó el 10/12/2020 a las 16:28:37
Muchas gracias por sus preguntas.
Empresas dedicadas específicamente a la recogida y venta de datos está Criteo, uno de los mayores pujadores en España en las pujas de información que realiza el holding empresarial Liveramp, empresa que fue adquirida por Acxiom y que provenía de la empresa RapLeaf, que se dedicaba a la creación de software y datos de marketing.
Indirectamente o, mejor dicho, no oficialmente, están empresas como Facebook, Twitter, Instagram, YouTube... así como el buscador Google, que venden los datos a empresas de publicidad en forma de slots y franjas de anuncios publicitarios.
En cuanto a los autores, tengo influencias de ambos, de una forma más global Byung-Chul Han con su teoría de la psicopolítica, y de forma más específica con ciertas ideas de Manuel Castells, quien considero que centra la problemática de la globalidad en una sociedad informatizada, pero la solución que da en el caso finlandés con el refuerzo de la identidad ciudadana me parece que no es exportable a sociedades más plurales y densas, donde viven y conviven culturas muy distintas y con problemas económicos, sociales y argumentales de todo tipo.
Un cordial saludo.
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Javier Romero
Comentó el 10/12/2020 a las 19:02:00
Gracias Mikel por tus respuestas. Un saludo
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José María Menéndez Jambrina
Comentó el 27/11/2020 a las 15:35:32
Excelente comparación-reflexión. El mero hecho de colocar una cámara de vigilancia produce ese efecto de sentirse observado de forma permanente. Saludos.
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Mikel Casero Pina
Comentó el 02/12/2020 a las 22:09:13
Si, es sorprendente lo que cambia la actitud delas personas ante un estado vigilante, incluso hasta el punto de ser mucho más colaborativas.
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