Introducción
El movimiento zapatista ha sido reconocido como uno de los primeros ejemplos, desde 1994, de uso estratégico de internet y de sus herramientas para alimentar la solidaridad social de sus propias demandas y de sus acciones simbólicas. El texto estudia, a partir de las propuestas de conceptualización y análisis de la movilización social contemporánea definida por Tarrow (2016), Ortiz (2016) y Giraldo-Luque (2018), la evolución del movimiento zapatista entre 1983 y 2018 para intentar categorizarlo como un cibermovimiento social de la era de internet.
Objetivos
El artículo se propone realizar una aproximación cualitativa al fenómeno de la movilización social representada en la experiencia del movimiento social zapatista, ubicado en el sur de México, para analizar críticamente las acciones de las comunidades zapatistas bajo las categorías teóricas propuestas por Tarrow (2016), Ortiz (2016) y Giraldo-Luque (2018).
Metodología
La investigación utiliza un sistema de análisis que relaciona las categorías definidas por las tres aproximaciones teórico-metodológicas y se vale de 20 entrevistas en profundidad realizadas a agentes de las comunidades zapatistas y a otros actores relevantes de la sociedad mexicana conocedores del movimiento zapatista para realizar el acercamiento al objeto de estudio. El análisis se articula a partir de las cuatro fases de protesta de Tarrow en las que, en cada caso, se vinculan las categorías y características propuestas por Ortiz y Giraldo-Luque agrupadas en tres dimensiones. El estudio se complementó metodológicamente con las mencionadas entrevistas, con una extensa investigación documental y con el desarrollo de un trabajo de campo de observación directa en Chiapas, México, en el que los autores visitaron los cinco caracoles (centros de administración) zapatistas, así como otras comunidades y municipios indígenas de la zona.
Resultados y Discusión
Los resultados demuestran que las acciones de comunicación usando internet ayudan a la configuración de un cibermovimiento social con una alta incidencia en la mejora de las condiciones de vida de los indígenas. El movimiento zapatista creó su oportunidad política, que mantuvo con acciones ligadas a la comunicación intencional autónoma. De manera tangible, los zapatistas garantizaron acceso a la tierra a las comunidades indígenas, y enfocaron sus acciones colectivas a la satisfacción de demandas insatisfechas, sobre todo en salud y educación. Igualmente, el movimiento innovó en el repertorio de protesta y consiguió el apoyo de gran parte de ciudadanos no indígenas.
Conclusiones
Los zapatistas se presentan como un ejemplo de movilización social en la era de internet mantenido durante más de 35 años. El análisis se corresponde con la definición de Tarrow, ya que responde a un desafío colectivo, al tiempo que construye solidaridad en su interacción con las élites y las autoridades. Retoma la conceptualización de Ortiz porque se estructura como una red distribuida que aprovecha las oportunidades de la comunicación para dar impulso a sus acciones colectivas y se configura como movimiento al trazar una identidad colectiva. Por último, asegura el trabajo colectivo por un objetivo de largo plazo orientado a la consecución y al alcance de derechos, gracias al consenso social (Giraldo-Luque, 2018).
Palabras clave
Ponencia Online
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Marcela Iglesias Onofrio
Comentó el 10/12/2020 a las 12:02:02
Estimados Santiago y Cristina,
Enhorabuena por vuestra ponencia. Me ha parecido muy interesante el marco teórico-metodológico integrando las propuestas de Tarrow, Ortiz y Giraldo-Luque. Me gustaría preguntaros sobre qué estrategias discursivas ha utilizado el movimiento zapatista para lograr mantener la solidaridad social mediática durante 38 años. En segundo lugar, me gustaría saber cómo se ha desarrollado su proceso de resistencia creativa a nivel discursivo ¿ha habido cambios en la definición de las señas de identidad colectiva del movimiento social de cara a mantener cohesionados a sus miembros y a contar con el apoyo de otros movimientos o actores sociales a nivel local e internacional? Muchas gracias y un saludo cordial, Marcela Iglesias.
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Santiago Giraldo-Luque
Comentó el 12/12/2020 a las 14:14:10
Muchas gracias por tu comentario y por tus preguntas, Marcela.
El análisis del movimiento zapatista es amplio y complejo. A lo largo de sus 38 años de vida han construido acciones discursivas muy interesantes y pensadas de forma estratégica. Enunciamos solo dos ejemplos quizás más recientes y menos conocidos que, por ejemplo, la Marcha del Color de la Tierra o el establecimiento del Enlace Zapatista, como medio de comunicación de alcance mundial que determina un mensaje de visión global-local desde el Sur de México en defensa de los derechos de los indígenas. El primer ejemplo reciente es la creación de la Escuelita Zapatista. Un lugar de encuentro que ya ha tenido varias ediciones y en las que se han inscrito más de 5000 personas de todo el mundo (como si fueran una universidad de prestigio). Ellos lanzan la convocatoria, los interesados se inscriben y ellos, los zapatistas, eligen a los participantes. Las personas, de todo el mundo, viajan hasta Chiapas, y pasan una semana viviendo en las comunidades indígenas, con su cotidianidad y estudiando el proyecto zapatista con materiales didácticos producidos por ellos mismos. Una segunda es la consolidación de los Caracoles, como centros administrativos y políticos de los municipios zapatistas y su aumento en los últimos años. Los Caracoles son visitados por cientos de turistas cada año y en ellos se concentran las instalaciones de sanidad y educación, así como talleres productivos de las comunidades zapatistas. El discurso, en este sentido, se centra en la comunicación de cómo ellos, muchas veces con la ayuda internacional, han construido una autonomía en la ejecución y construcción de estas infraestructuras para la satisfacción de los derechos de la comunidad. Los Caracoles son en sí mismos un símbolo discursivo identificado como un proyecto de autonomía administrativa.
En tu segunda pregunta, quizás la clave del movimiento ha sido en la de mantener su identidad bajo sus trece demandas, y en construir su proyecto de autonomía en función de ellas. No hay ningún cambio en ellas, pero sí en sus estrategias de resistencia. En su primer ciclo, hasta 1993, se concentraron en construir un consenso comunitario. A partir del 94 y hasta 2003, realizaron acciones más simbólicas y públicas en las que obtuvieron un reconocimiento internacional. Desde entonces, y hasta 2013, iniciaron la construcción autónoma territorial y la satisfacción de derechos. Una vez consolidado el modelo, lo han expandido a municipios que, según se da a entender, han visto la mejoría de condiciones y de infraestructura y se han sumado a la satisfacción de derechos antes no garantizados por el Estado mexicano. Creemos que la cohesión, así como en el caso de la PAH, en España, se debe principalmente a su capacidad para otorgar derechos a sus miembros. La salud, la educación y la vivienda, principalmente, han mejorado para su población.
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