LA CUESTION DE PALACIO EN 1847: LA PRENSA Y EL DECRETO DE SU CENSURA ANTE EL DEBATE SOBRE LA VIDA INTIMA DE ISABEL II.
María José Rubio
Universidad Francisco de Vitoria, Madrid.
El 3 de septiembre de 1847 el gobierno español -regido entonces por la facción puritana de los moderados- decretó la prohibición a la prensa de publicar todo escrito que tratara de la vida privada de la reina. Esa censura sin precedentes parecía necesaria ante la inestabilidad política que estaban provocando rumores y especulaciones en torno a la intimidad de Isabel II.
Al margen de la cuestionada veracidad de ciertas noticias, la prensa estaba demostrando en 1847 que en la familia real lo público y lo privado son indisolubles: que las cuestiones de Estado afectan y determinan sus cuestiones privadas; y al revés, que los detalles más íntimos de la familia real pueden poner en jaque la estabilidad política del Estado. Y que la prensa podía ser un factor desestabilizador determinante.
Así pasó en 1847, en torno a la “Cuestión de palacio”, que no era sino la evidente separación matrimonial de Isabel II y su esposo- Francisco de Asís de Borbón-, junto a la tortuosa relación extramatrimonial que la reina estaba manteniendo con el general Francisco Serrano. Todo hubiera quedado en la intimidad, de no ser por las complejas y graves imbricaciones políticas -nacionales e internacionales- que el asunto estaba generando. ¿Cómo se había llegado a esta situación estatal tan crítica?
Desde que el 14 de septiembre de 1846 el gobierno moderado de Isturiz anunciara en el Congreso los “regios enlaces” de la joven Isabel II y su hermana la Infanta Luisa Fernanda, el debate parlamentario, la oposición entre el partido moderado y progresista y la lucha diplomática entre Francia e Inglaterra con respecto a España, se hicieron especialmente intensos. Los progresistas acusaban al partido moderado -y a Francia- del ocultamiento de unas negociaciones matrimoniales que más parecían un “matrimonio de partido” que un “matrimonio de Estado”.
Durante meses, los debates en el Congreso y Senado español se enfocaron en la Corona y en asuntos como la “Libertad” de la reina, en palabras de grandes oradores como Donoso Cortés o Madoz. La tensión política fue máxima. De enero a octubre de 1847 hubo 4 ministerios.
Los diarios de 1847, además del debate político, añadieron a sus páginas el debate sobre la libertad personal de Isabel II y sus cuestiones más íntimas, fulminando su prestigio y abocándola a una posible abdicación, que iría acompañada del derribo del gobierno. De ahí la urgencia de la drástica medida de censura a la prensa, que comenzaba a traspasar los límites inviolables del decoro exigido entonces para hablar de la “augusta y sagrada” persona de la reina.
Esta ponencia, fruto de la investigación de una tesis doctoral sobre “Isabel II y la Cuestión de palacio en 1847”, y sus graves implicaciones políticas, expondrá narrativamente y de forma novedosa estos hechos.
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Catalina Cheng-Lin
Comentó el 10/12/2020 a las 19:15:50
Muy buenas,
Muy interesante el tema presentado. Mi pequeña duda es, visto el papel relevante que jugó la prensa en el devenir de los asuntos palaciegos y nacionales durante los meses de 1847 que has explicado formidablemente, ¿existió algún episodio histórico en España en el que el periodismo se entretejiera de manera tan prominente como en el caso del reinado de Isabel II?
Un saludo,
Catalina
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María José Rubio Aragonés
Comentó el 10/12/2020 a las 21:02:37
Hola Catalina,
La prensa empieza a tener mucha incidencia en la vida política española a partir del siglo XIX, cuando deja de tener un aire costumbrista y de mera comunicación cultural, a pasar a ser un medio de comunicación y expresión de ideas políticas. Por eso se puede decir que tiene influencia en todos los acontecimientos que ocurren a lo largo del siglo XIX, puesto que de inmediato se ven reflejados y opinados en los periódicos. En el caso de mi estudio, la incidencia es directa, ya que los partidos políticos utilizaron los diferentes periódicos de su ámbito ideológico, precisamente para influir en el acontecimiento (en este caso la Cuestión de Palacio de 1847) hacia su propio interés. Es la primera vez en la historia de España que ocurre de una manera tan evidente y donde se ve la trascendencia que la prensa puede tener en el condicionamiento ideológico y la marcha de los sucesos políticos. Muchas gracias por tu comentario.
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José Enrique Narbona Pérez
Comentó el 10/12/2020 a las 12:15:12
Estimada María José, enhorabuena y gracias por tu interesante propuesta para esta ponencia. Me ha resultado muy sorprendente advertir la manera en la que la Cuestión de 1847 acerca de la intimidad personal de la reina Isabel II afectó a tan grande escala hasta escapar de las paredes de palacio y difurcarse a diferentes escenarios de la vida pública y privada de la España del ecuador del siglo XIX y, finalmente, desembocar en unas conclusiones políticas trascendentes como perfectamente has señalado en el vídeo. Me gustaría preguntar si las motivaciones del general Serrano para iniciar esta tumultuosa relación sentimental con la reina estuvieron iniciadas originalmente por un impulso partidista del militar como resultado de una planificada y tejida conspiración de los progresistas para conquistar el poder.
Gracias de nuevo por tu fantástica exploración de los hechos y un cordial saludo
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María José Rubio Aragonés
Comentó el 10/12/2020 a las 21:09:44
Muchas gracias José Enrique. En efecto, las motivaciones del general Serrano en esa relación tumultuosa y de complicaciones que cabía esperar desde el principio, es uno de los enigmas personales de este asunto histórico. Es verdad que pudo haber una atracción originaria, que de una forma irresponsable se convirtiera en una relación formal con trascendencia política insospechada para sus protagonistas. Es evidente que el general Serrano, que progresista de ideario y partido, ejercía una influencia política sobre la reina, que estuvo en ese momento abiertamente a considerar un gobierno progresista. De ahí que el partido moderado actuara con tanta contundencia en este asunto, desprestigiando de tal modo a la reina, por la vía de la publicación en prensa de toda la intimidad palaciega. De esta forma optaban por cargarse a la reina, pero salvar la Corona como institución. Por eso la Cuestión de Palacio de 1847 tiene muchas más trascendencia política de la que siempre se le ha otorgado. Es el objeto de mi tesis doctoral. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo afectuoso.
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Alberto Gómez Vaquero
Comentó el 10/12/2020 a las 10:48:53
Estimada María José, enhorabuena por la ponencia. Quería preguntarte si, aunque haya sido solo a modo de curiosidad, has podido realizar un acercamiento a cómo se trataba la sexualidad de la reina en el marco de los debates sobre su libertad en cuanto que era mujer. O dicho de otro modo, si has extraído algunas conclusiones acerca de qué se pensaba y decía en la prensa sobre la sexualidad de las mujeres (y los límites de esta) incluso cuando se trataba de una reina. De nuevo, enhorabuena y gracias por tu respuesta.
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María José Rubio Aragonés
Comentó el 10/12/2020 a las 21:15:21
Hola Alberto. Puedo contestarte que curiosamente la sociedad del siglo XIX es una sociedad menos libre en ese aspecto que la sociedad del siglo XVIII. El siglo XIX es un siglo muy hipócrita, de grandes virtudes en apariencia pública, y un ocultamiento de las cuestiones sexuales. Por supuesto la prensa no trata la intimidad de la reina hasta ese punto, de hablar de su sexualidad, pero sorprende la hipocresía de ver que realmente “la Cuestión de palacio” no escandaliza tanto por ser una relación extra matrimonial de una reina recién casada, con 17 años, sino por sus implicaciones políticas y de Estado. Preocupa que se pretenda coartar “la libertad” de una reina, pero lo tratan más de manera institucional que personal. Muchas gracias por tu comentario. Un cordial saludo.
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María del Carmen Vílchez Lara
Comentó el 10/12/2020 a las 09:42:43
Buenos días, una ponencia muy interesante y que te deja con ganas de saber más, al menos a mi. En mi opinión es fiel reflejo del dicho "hay que aprender de la historia", por supuesto, mediante una completa investigación y un profundo análisis, como los que tú realizas. La cuestión de Palacio de 1847 se zanjó en su época, tal y como nos has contado, con la prohibición a la prensa de publicar sobre la vida privada de la reina.
Tras leer tu resumen y escucharte me gustaría, por una parte, saber tu opinión con respecto a tal censura o prohibición y, por otra, preguntarte si además de la vida amorosa o íntima de la reina, también hubo debate por motivos económicos. Muchas gracias.
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María José Rubio Aragonés
Comentó el 10/12/2020 a las 21:23:12
Hola María del Carmen, con respecto a la Censura en prensa en 1847, te contesto que me parece que en ese momento la intención era buena y acertada porque en ese momento el debate en prensa se estaba convirtiendo en una excusa para una estrategia de mayor calado: derribar o no a Isabel II de su trono. Por tanto estaba en juego una gran cuestión de Estado y se hacía un imposible resolver con la mediación del juicio político continuo e interesado de la prensa diaria. En segundo lugar, te cuento que resultó en parte efectiva, porque permitió un cierto espacio para que la reunión del matrimonio regio se efectuara. En tercer lugar, mi opinión personal es que la censura en prensa no debe consentirse, porque es coartar una libertad esencial de expresión, aunque en ese momento es cierto que atentaba también contra cierto derecho al honor de toda persona.
Me preguntas sobre el debate económico y te digo que sí, claro. También hubo en ese momento mucho debate económico en prensa, especialmente porque el ministro de Hacienda era el marqués de Salamanca, uno de los hombres más ricos de España en ese momento. El debate fue aquí intenso y no muy favorable para el ministro... muchas gracias. Un cordial saludo.
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Begoña Bueno Fernández
Comentó el 08/12/2020 a las 11:46:13
Hola María José, buenos días
Muy interesante tu investigación sobre la cuestión de palacio, la prensa y el decreto de su censura, debate sobre de la vida íntima de Isabel II. Permíteme algunas reflexiones, comentarios al respecto:
Casi podríamos extrapolar a determinados ámbitos ese debate para las cuestiones de palacio actuales. Complicado determinar en determinados estamentos los límites de lo público, lo íntimo y lo privado.
Y es que, utilizando tus propias palabras pero adaptadas al presente de muchas situaciones: “Todo puede quedar en la intimidad si no llevan aparejadas complejas y graves imbricaciones políticas -nacionales e internacionales- que los asuntos pueden generar”.
Por todo, de ahí que ese artículo sagrado nº 18 de nuestra Constitución Española que establece “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, sea en ocasiones de compleja aplicación, en toda la extensión de su significado, para determinados ámbitos y personalidades.
Muchas gracias por tu trabajo.
Un atento saludo,
Begoña Bueno Fernández
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María José Rubio Aragonés
Comentó el 10/12/2020 a las 21:26:26
Hola Begoña, estoy de acuerdo contigo. Las cuestiones privadas y públicas de la familia real están imbricadas y es muy difícil delimitar donde termina el derecho a la intimidad y el honor personal cuando se está afectando a cuestiones políticas y públicas. De ahí el interés que genera este caso que estudio, el de Isabel II en 1847, porque desde luego tiene su resonancia en acontecimientos posteriores y recientes. Muchas gracias por tu comentario.
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Begoña Bueno Fernández
Comentó el 11/12/2020 a las 22:23:48
De nada, María José. Encantada. Saludos. Begoña
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