La lectura y la comprensión lectora son las actividades básicas del conocimiento. Sin embargo, en una sociedad digitalizada como la actual, ellas están en un proceso de transformación, que ha puesto en crisis al modelo proveniente de la imprenta y del papel, ya que, poco a poco, se ha ido instalando la lectura digitalizada, especialmente en dispositivos móviles. Esta situación, preocupante de por sí, se vuelve aún más urgente en el caso de los periodistas y de los estudiantes de periodismo, por su influencia sobre la opinión pública. Tal es así que la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, desarrolló en 2020 una investigación específica para conocer los modos y condiciones de lectura de sus estudiantes, toda vez que la biblioteca tradicional del plantel ha ido contando, año a año, con menor cantidad de usuarios. Y no es que los estudiantes estén dejando de leer, sino que han cambiado sus hábitos de lectura. La investigación, de tipo exploratorio y cualitativo, consistió en una encuesta entre estudiantes de primer año; un focus group, entre estudiantes aventajados; y una serie de entrevistas a sus profesores de enseñanza media, con el fin de conocer hábitos y prácticas de lectura, sobre todo aquellas destinadas al fomento lector. Así se pudo establecer que, efectivamente, los estudiantes están cambiando sus modos de lectura y leyendo mucho más en computadores y dispositivos móviles, en una cuantía también apreciable, pero cuya densidad conviene investigar, por cuanto no se trataría principalmente de textos con profundidad, sino que más bien informativos y de entretenimiento. Hay conciencia también de que el cambio ha sido paulatino y que se incrementó sustantivamente por las actividades online de la pandemia y sus restricciones. Sin embargo, la percepción es que esto se encuentra aún en tránsito de modo que las unidades académicas todavía tienen un tiempo valioso para adaptar sus condiciones de infraestructura y apoyo, mientras se produce el paso completo y masivo a la nueva lectura, donde los textos en pdf y el ebook se convierten, poco a poco, en los más nuevos y usados formatos, al menos en Chile. De aquí que la viabilidad de las bibliotecas digitales sea un imperativo de construcción inmediata, con el fin de ir atendiendo una demanda creciente. Igualmente, se constató que para incidir en el fomento lector, se requiere, como siempre, de una cercanía estrecha y personal del profesor como guía del estudiante, de modo de sugerirle y acompañarle en sus lecturas, junto con orientarlo ante la presencia de nuevos factores de incentivo, como son los denominados “influencers” de lectura, sobre todo radicados actualmente a nivel de la enseñanza básica y en parte de la enseñanza media, quienes tienen una cuota elevada de responsabilidad, respecto de qué leen los estudiantes y de la cuantía en que lo hacen. Los rasgos y condiciones de estos “influencers”, en plataformas como YouTube, debieran ser asumidos también en consecuencia por los profesores, en otra y contingente transformación docente, que debiera ser fruto de nuevas y complementarias investigaciones.
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Dárcio Costa Nogueira Júnior
Comentó el 11/12/2020 a las 19:31:16
Excelente presentación. Estoy de acuerdo en que este cambio en los hábitos de los estudiantes requiere una investigación sobre bibliotecas digitales. Respecto al rol del docente como guía para que el alumno acceda y utilice estos recursos, ¿se encontró alguna evidencia en relación al rol del bibliotecario en este contexto?
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Esther Cervera Barriga
Comentó el 10/12/2020 a las 22:57:48
Felicidades Fernando por tu investigación. Hay datos que resultan sumamente interesantes. Quería saber cuál es tu opinión sobre el auge de los audiolibros como opción de lectura para los estudiantes universitarios. Al menos en España es una elección cada vez más demandada incluso por los adolescentes. Muchas gracias , un cordial saludo
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Fernando Rivas Inostroza
Comentó el 11/12/2020 a las 01:05:17
Hola Esther: muchas gracias por tu comentario y tu pregunta. Me abres otro flanco muy interesante para investigar y develar. Lamentablemente, debo decir que en Chile la cultura de los audiolibros es prácticamente inexistente , ni siquiera entre los profesores se da esa posibilidad con algún grado de asiduidad y en clases no he escuchado a estudiante alguno referirse a ellos. Asi que el formato y sus virtudes pasa inadvertido y con una nula incidencia en los hábitos de consumo y menos en la actividad pedagógica o de formación de los estudiantes. Ciertamente, sería muy bueno indagar ¿por qué ?. Muchas gracias por la inquietud. Que estés muy bien !!!
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Antonio Cuartero
Comentó el 10/12/2020 a las 15:48:16
Estimado Fernando, mis felicitaciones por su ponencia.
Me gustaría preguntarle sobre los datos de lectura de los diarios, señalaba que un 57% lee diarios, pero esto supone que un 43% no lo hace. Me parece algo preocupante ¿Ha indagado más en este aspecto? ¿Qué es lo que lleva a los estudiantes de periodismo a no leer la prensa?
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Fernando Rivas Inostroza
Comentó el 10/12/2020 a las 16:53:15
Muchas gracias por tus comentarios y pregunta Antonio. Es cierto se trata de un tema relevante, respecto del cual, en todo caso, hay que felicitarse de que sea un 57% porque en clases las consideraciones y juicios sobre la prensa tradicional suelen ser lapidarios. En verdad, los estudiantes millenials prefieren las redes sociales como medios de información, antes que los diarios, la tv o las radios formales. Y es que ellos tienen una aproximación y consideración diferente de los medios que, en verdad, es necesario estudiar en forma particular. Sin duda se trata de un tema preocupante y que aflora indirectamente a través de sus hábitos de lectura.
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Antonio Cuartero
Comentó el 11/12/2020 a las 11:12:10
Gracias por tu respuesta, sin duda es un tema muy interesante en el que profundizar
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Fernando Rivas Inostroza
Comentó el 11/12/2020 a las 17:58:36
Así es Antonio se trata de cambios de hábitos, de gustos y preferencias profundos e importantes que implican una mutación en el ecosistema de medios. Y, obviamente, hay que investigarla y analizarla. Muchas gracias por la observación y sugerencia.
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Jacobo Herrero Izquierdo
Comentó el 10/12/2020 a las 12:02:05
Estimado Fernando Rivas. Le felicito por la investigación y los resultados obtenidos. Me gustaría preguntar si tenía previsto ampliar la investigación y estudiar también los hábitos de consumo de los estudiantes de periodismo respecto de los contenidos audiovisuales. Me refiero en concreto a su modo de acceder a medios o plataformas tradicionales como la radio o la televisión. Realizo esta pregunta porque creo que esos hábitos también están en plena transformación. Sería interesante conocer qué porcentaje de los estudiantes (futuros profesionales de la información) acceden a los contenidos televisivos y/o radiofónicos. ¿A través de su pantalla de móvil? ¿tablet? ¿ordenador? ¿mediante podcast? ¿video de Youtube? Considero que sería un modo interesante de tomar el pulso a este sector concreto de individuos , permitiendo también atisbar qué tipo de información predominará en un futuro cercano.
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Fernando Rivas Inostroza
Comentó el 10/12/2020 a las 16:59:28
Holaa Jacobo: muchas gracias por tu comentario y tu propuesta. Evidentemente se trata de una proyección totalmente plausible y complementaria de mi investigación, que te la agradezco por su pertinencia y apertura del campo de lectura, pues ciertamente hay una lectura de la imagen que se ha impuesto en estos tiempos y sobre la cual conviene indagar. Sin duda los hábitos y costumbres de lectura de los estudiantes de Periodismo son indicios de la futura conformación de la opinión pública por el impacto profesional de ellos y porque, además, debemos considerar que ellos son expresión anticipada de nuestras comunidades o sociedades futuras. No se trata de esporas de creación espontánea, sino que, por el contrario, hunden sus raíces en esas propias comunidades y futuras fuentes de la opinión pública nacional. Nuevamente, muchas gracias por tu sugerencia. Me la llevo muy presente.
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MANUEL ARMANDO ARANA NAVA
Comentó el 07/12/2020 a las 20:52:27
¿Cuál considera que puede ser un factor definitivo y esencial en este proceso de digitalización? ya que en la actualidad encontramos cada vez más influencers que dictan el camino a seguir.
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Fernando Rivas Inostroza
Comentó el 10/12/2020 a las 06:53:11
mero que todo, agradezco la consideración y la pregunta, ya que ella me permite ahondar en el tema de mi investigación. A mi juicio, un factor decisivo en el proceso de digitalización de la lectura y de las opciones de lectura, que desarrollan los estudiantes, son sus profesores, quienes tienen como un nuevo y desafiante objetivo formativo el convertirse también en “influencers” de sus pupilos y contribuir a la determinación de los textos y autores que éstos escojan para leer. Según han visto y experimentado los propios docentes, cuando ellos establecen un lazo de confianza estrecho y cercano con el estudiante, pueden transmitir juicios y opiniones en favor de determinada lectura. En consecuencia, los profesores deben propiciar una educación diferente a la frontal, que sea más bien de acompañamiento y de guía, facilitando el propio proceso creativo y la generación de un pensamiento personal y crítico. Esto no se trata de un ideal, sino que de una acción muy efectiva y concreta que suele darse desde siempre al interior de la sala de clases, pero también en los pasillos del establecimiento educacional, de modo que ahora hay que intencionarla, multiplicarla y hacerla efectiva en forma más consciente, como si se tratara de una práctica recurrente que apunta a un nuevo y decisivo objetivo pedagógico. La labor educativa así se extiende más allá de los espacios formales y con ella podemos decir que un factor decisivo radica, justamente, en aquellos profesores que se convierten en este nuevo y moderno tipo de “influencer”. Ellos recurren a su experiencia y capacidad para orientar y guiar a cabalidad a los estudiantes, yendo más allá de las veredas de la simple información, en lo posible abordando también textos densos propios de la reflexión y del análisis. De esta forma, el docente podrá pararse y ejercer también una influencia benéfica que atempere, complemente o resitúe aquella de los otros “influencers”, que suelen pulular indiscriminada y atractivamente por internet.
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