Esta ponencia describe cómo el pueblo wayuu ha vivido la pandemia COVID-19 tanto en la zona urbana como en la Península de la Guajira, dividida entre los estados-nación Colombia y Venezuela. Los pueblos indígenas de Venezuela enfrentan un conjunto de amenazas tales como: nuevas enfermedades tanto infecciosas como crónicas no transmisibles, pérdida de sus hábitats tradicionales, explotación de minería e hidrocarburos en sus territorios. Es así como desde la antropología se ha pensado como una sindémica al conjunto de amenazas que se ciernen sobre las sociedades indígenas desde los campos biológicos, sociales y culturales y que son potenciados como amenazas desde una economía-política, pero también desde una ecología-política que tiende a invisibilizar la capacidad de enfrentar las adversidades frente a estas amenazas multifactoriales. El pueblo wayuu padece en su territorio la carencia de agua, servicios básicos, expuestos grupos irregulares que violan su derecho a la vida, aunado a los aspectos climáticos y ambientales como la sequía, deterioro ecológico, desertificación que los obliga a vivir en ambientes poco saludables y con una baja calidad de vida. Es por ello que migran a las ciudades que los somete a otras formas de estigmatización, exclusión y marginación, por lo que plantea los retos de vivir en una sociedad que no es la suya, de migrar para abrirse nuevos espacios y nuevas posibilidades. Se indagan las significaciones que el COVID-19 tiene para los wayuu con base en su sistema de curación y autoatención, pero también ante hechos como la muerte causada o no por la enfermedad. Es un estudio cualitativo en el que se describirán algunas experiencias sobre el uso de la medicina tradicional para prevenir y curar la enfermedad así como los desencuentros durante las medidas de confinamiento que han afectado su sustento diario, sus dinámicas de vida y rituales como los entierros wayuu, la realización de segundos enterramientos o segundos velorios, reuniones religiosas y familiares. Como estrategias básicas para la recogida de información se utiliza la observación, revisión documental, las conversaciones casuales, las consultas a expertos por redes sociales así como la revisión de la información encontradas en las redes sociales, radios comunitarias, periódicos online, entre otras. Se dará cuenta de las percepciones de los wayuu de sobre la pandemia a partir de los cuáles se capta el sentido y el significado de la enfermedad, cuarentena, el confinamiento y el abordaje de los fallecidos o no por COVID-19. Se concluye la medicina tradicional ha sido una alternativa para prevenir y tratar la enfermedad desde su punto de vista como actores sociales.
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Mercedes Rosalía González Arreola
Comentó el 12/12/2020 a las 01:16:19
Hola Felicidades por la dedicación y el considerar a esta población para el estudio.
Sinceramente no conocía de su existencia, por ello me atrajo en primera instancia el título. Me surgen muchas preguntas, pero para comenzar me gustaría saber ¿qué otros pueblos de la zona comparten estas ideas mencionadas sobre la medicina tradicional, emplean los mismos tratamientos?
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Carmen Laura Paz Reverol
Comentó el 12/12/2020 a las 10:37:22
Estimada Mercedes Rosalia, en primer lugar, ¡Buenos días! En Venezuela hay más de 44 pueblos indígenas, asimismo en mi región el Estado Zulia hay 5 pueblos indígenas, cada uno posee sus curador/a y medicina tradicional, es decir, pudiera ser la misma planta, pero es llamada de modo distinto, el uso y tratamiento distinti. También hay que pensar que en la misma región no es igual vivir en la montaña que en el desierto, la vegetación cambia. En el caso del pueblo, wayuu la curadora recibe el nombre de oütsü u oütshi (masculino), para el covid los wayuu están utilizando de modo combinado tres plantas medicinales: Alouka (malambo), Maluuwa (palo santo) y samuttapai (ana muu), te apunto los nombres científicos en paréntesis. El pueblo indígena añú que está más cercano a los wayuu, pudiera utilizar las mismas plantas, pero la elaboración pudiera variar desde el proceso de recoger las plantas hasta el uso, la conexión con la espiritualidad y combinación con otras plantas es recibida por mensajes de los sueños de los curadores o expertos en medicina tradicional. Los yukpa y barí que viven en la Sierra de Perijá, tienen otro tipo de plantas que se consiguen en la zona, las llaman según su idioma, tienen conocimientos tradicionales de esas plantas que es transmitido de generación en generación y ahora esos conocimientos han sido reactualizados, por ejemplo, si antes curaban resfriados, gripes, ahora han probado estos tratamientos para el covid. Incluso tengo referencias que también los han compartido con los NO indígenas y les ha funcionado porque han preferido tomar estas medicinas que ir a un centro de salud por el deterioro y crisis del sistema sanitario. Espero haberte respondido tu interesante pregunta, quedo a tu disposición. Saludos.
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Claudio Bueno Mariscal
Comentó el 11/12/2020 a las 19:23:34
Me parece una ponencia interesantísima Carmen. No nos planteamos desde nuestro modelo social la forma de afrontar una situación tan compleja sanitaria en una población tan vulnerable como la de esta comunidad. ¿Como se trasladan lourdes avances sanitarios a pueblos como el wau?
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Carmen Laura Paz Reverol
Comentó el 11/12/2020 a las 22:39:29
Estimado Claudio, agradezco tu empatía. Los avances sanitarios deben trasladarse desde la salud intercultural y desde un modelo dialógico reconozca la medicina tradicional de este pueblo en la práctica, no sólo escrito en papel y que haya condiciones dignas para atenderlos en los centros de salud. Asimismo, hay un metasistema económico-político que ha vulnerado sistemáticamente el derecho a la salud no sólo de este pueblo indígena sino del resto de la población venezolana. Espero haber respondido tu inquietud. Saludos
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Carmen Laura Paz Reverol
Comentó el 10/12/2020 a las 23:38:47
Estimada Guadalupe, ¡Saludos!, tu pregunta es muy relevante y me permite ampliar en diversos aspectos que no había profundizado. El impacto de las medidas sanitarias ciertamente ha complejizado un cuadro de extrema vulnerabilidad que tenía nuestro pueblo antes de la pandemia, caracterizado por necesidades básicas insatisfechas, falta de servicios públicos, migración, presencia de grupos armados, desempleo, hambre, miseria, abuso de policía y fuerzas de seguridad del estado, detenciones arbitrarias, contrabando, inseguridad. En lo político es una zona fronteriza compartida por dos estados nación, para los wayuu no hay fronteras y se mueven en función de sus dinámicas familiares, rituales y comerciales. Podemos ver que las políticas de ambos estados ha sido negligente e ineficiente para atender sus necesidades básicas, lo que ha acrecentado la pobreza y el hambre en tiempos de pandemia. La salud pública en Venezuela está gravemente amenazada, ir al hospital sin las condiciones mínimas es una garantía de muerte por COVID-19, por eso la medicina tradicional para los wayuu se ha presentado como una alternativa para tratar a los infectados de coronavirus. En lo socioeconómico, las mujeres wayuu que viven de la venta del tejido han quedado confinadas en su territorio, muchas de sus actividades requieren movilidad para vender sus artesanías. Los hombres, viven de la pesca, y lo vendían al sector turístico, restaurantes y comercios. A nivel educativo, también podemos ver el impacto de la pandemia en los niños, hay relatos optimistas de que están aprendiendo sus labores tradicionales mientras repasan números y letras, pero la realidad es que es limitada la conectividad a internet para plantearse las clases virtuales. Con respecto a las medidas del uso de mascarillas ha habido aportes de diversos organismos internacionales que han realizado un trabajo en conjunto con organizaciones indígenas para realizar campañas de prevención en lengua wayuunaiki, pero tal como había observado al principio, las campañas de prevención lucían muy desadaptadas culturalmente a la realidad del pueblo wayuu. Dichas medidas se han ido internalizando poco a poco y ajustando a la realidad del pueblo wayuu, pero aún queda mucho por hacer y estos tiempos han impactado profundamente la dinámica grupal y de vida del pueblo wayuu.
En medio de éstas circunstancias tan adversas quiero terminar de modo optimista y confiar de que perduraremos como sociedad a pesar de las amenazas y riesgos locales y globales, tal como lo dice el poeta wayuu Vito Apüshana-Malohe:
Como la piedra de Aarash
que guardará nuestra sangre
más allá del último wayuu.
Como el peñasco de Jiruruanar
que encierra el misterio de los muertos.
Como el secreto que nos dice
que nunca estamos solos.
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Guadalupe Ibarra Rosales
Comentó el 12/12/2020 a las 02:01:10
Carmen muchas gracias por tu amplia respuesta a mi pregunta. Tu relato permite imaginar y visualizar la cotidianidad del pueblo wayuu rico en cultura y en tradiciones. Ye reitero que tu trabajo es una gran aportación.
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Guadalupe Ibarra Rosales
Comentó el 10/12/2020 a las 21:20:21
Muchas felicidades por tu trabajo porque me permitió conocer la cultura y la cosmovisión del mundo del pueblo wayuu. Es lamentable que esta pandemia afecte el equilibro espiritual de este pueblo y que tenga que integrar a su mundo las medidas sanitarias de occidente. Te agradecería un poquito más de información del impacto que ha tenido estas medidas sanitarias invasivas en la vida cotidiana del pueblo wayuu
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