Introducción: El delito de discurso de odio castiga las opiniones de contenido sexista o tránsfobo, entre otros. Sin embargo, la existencia de este delito podría ser dañina para la democracia, porque lastra el juego político en el que se pueden expresar incluso las ideologías intolerantes. La legitimidad de las decisiones democráticas se basa en la crítica libre y el pluralismo ideológico.
Objetivos: analizar las acusaciones de discurso de odio que se esgrimen entre grupos discriminados, identificar el uso estratégico del discurso de odio como instrumento de elusión del debate.
Metodología: análisis crítico de la legislación, la jurisprudencia y las fuentes doctrinales relativas al discurso de odio.
Discusión: El delito de discurso de odio podría convertirse en una forma moderna de blasfemia. La sanción se basa en la opinión mayoritaria de la comunidad y en su cambiante criterio acerca de lo políticamente correcto. Como consecuencia, se pueden castigar comentarios que resultan ofensivos pero que no han generado ningún daño real. Es decir, el delito de discurso de odio permite que se restrinjan libertades para no herir sentimientos. Un importante problema que presenta la figura del discurso de odio es que la comunidad solo percibe una ofensa si previamente considera que algo está mal, de modo que no se perciben las formas de discriminación cotidianas y que se consideran normales.
Resultados: Es llamativo que la misma Plataforma Trans que denomina a las mujeres estatus de “personas gestantes” acuse a teóricas feministas como Lidia Falcón o Amelia Valcárcel de discurso de odio, beneficiándose de que la sociedad puede ver la transfobia pero está ciega ante la omnipresente misoginia. Mientras se anula una obra teatral como los “Monólogos de la vagina” para no ofender a nadie (el cuerpo de las mujeres parece ser ofensivo), nadie se plantea hacer algo contra la pornografía que, lejos de ser mero discurso, es una industria criminal fundada sobre la trata y la explotación de miles de adolescentes sin recursos. La sociedad castiga unos discursos de odio pero no otros. En efecto, si consultamos los “Informes sobre la Evolución de los incidentes relacionados con los delitos de odio en España”, observamos que las detenciones e imputaciones por delitos vinculados a la homofobia y la transfobia representan seis veces más que las imputaciones por motivos sexistas.
Conclusión: El discurso de odio podría estar empleándose para la represión selectiva de la divergencia ideológica. Resulta llamativo que quienes golpean y asesinan a las personas transexuales sean hombres, pero sean las mujeres feministas el grupo sistemáticamente acusado de “transfobia”. La acusación de “discurso de odio” no se está empleando para impedir los delitos contra las personas trans, sino para impedir que las mujeres sean escuchadas en el debate acerca de las leyes de “autodeterminación de género” que se van a aprobar. El discurso de odio puede perseguirse actualmente incluso por vía administrativa según unas controvertidas leyes autonómicas que permiten interponer multas de decenas de miles de euros por expresiones de “lgtbifobia”.
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TALITA SILVA
Comentó el 13/12/2020 a las 20:54:36
Prezada Tasia Aránguez, parabéns por sua abordagem , sua investigação é interessante uma vez que muitos grupos sociais usam o discurso de ódio para persuadir outros grupos sociais para o politicamente certo, entretanto usam estes discursos como armas fatais contra o direito a diversidade do outro, recorrendo como a justificativa da opinião democrática , mas que de maneira profunda apresenta -se letal. Quais são as manobras sociais em termo de comportamentos que podem ser identificados neste estudo, para coibir tais discursos? Mais uma vez parabéns, cordialmente Talita O. Silva
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María Paz Sonia Gómez Menéndez
Comentó el 11/12/2020 a las 18:17:11
Gracias una vez más, Tasia. Mi pregunta es, ¿sin cambiar otras leyes o el Código Penal es realmente posible juzgar a alguien por delito de odio por mostrarse contrario a la Ley Trans o simplemente declarar que las mujeres tenemos vulva, algo de lo que ya está acusada Lidia Falcón?
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Tasia Aránguez Sánchez
Comentó el 10/12/2020 a las 13:35:04
Pienso que es una cuestión muy pertinente que urge responder. Veo correcto que existan las "agravantes de odio" para los delitos (es decir, una pena mayor para alguien que pegue a una persona por ser migrante o por tener discapacidad). Pero no veo correcto que exista la figura del delito del discurso de odio. Esta figura suele acabar castigando discursos en función de si parecen de mal gusto en un determinado contexto social. No castiga, sin embargo, el odio normalizado e integrado en las estructuras políticas y económicas.
Es necesario perseguir discursos que instiguen de manera clara a cometer un delito determinado contra un colectivo, o que amenacen a violencia difusa contra una persona específica (por ejemplo, proporcionando sus datos personales). También es necesario perseguir algunas manifestaciones extremas de insulto y descalificación directa (no así el debate crítico, que puede ser hostil). Todas esas conductas ya pueden perseguirse con otras figuras delictivas, sin necesitar los delitos de discurso de odio.
Si se desea acabar con algún fenómeno concreto que alimente la violencia: ejemplo. pornografía o terrorismo en redes sociales; deben articularse mecanismos jurídicos específicos contra el fenómeno que sea. El delito de discurso de odio es demasiado vago y pone en riesgo la democracia.
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José Miguel Rojo Martínez
Comentó el 10/12/2020 a las 03:11:44
Enhorabuena por la ponencia. Creo que una pregunta pertinente, o al menos así lo pienso, es hasta qué punto puede tener cabida la figura penal del delito de odio en una democracia que se define a sí misma como "no militante" y que, por tanto, no debería exigir adhesión a ningún tipo de valores. Claro que, en sentido contrario, habría que preguntarse cómo el Estado puede proteger ciertos bienes jurídicos que parecen ser objeto de protección por este tipo penal sin dañar la libertad de expresión. ¿Hay alguna respuesta (alternativa) posible desde el Estado? ¿O solo debemos esperar a que la sociedad actúe?
Muchas gracias!
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