Leonardo da Vinci (1452-1519) es considerado como uno de los mejores genios y mecenas del Renacimiento. Sus estudios e investigaciones desarrollaron ideas avanzadas para su tiempo incluso en sus facetas más desconocidas tales como la arquitectura, el urbanismo y la restauración. Nunca cursó estudios oficiales y todo lo aprendido fue gracias a su método de la observación de la naturaleza, al estudio de otros tratados y sobre todo al grupo de artistas con los que colaboró. Estudiados sus códices se aprecia como desarrolló un gran interés por los problemas y soluciones arquitectónicas y como sus propuestas influyeron en el Renacimiento a través de la obra de otros autores. Estos albergan temas relacionados con la edificación, sistemas y elementos constructivos, elementos de estática e incluso reparación de grietas y daños sísmicos. Dentro del ámbito de la edificación, los estudios y propuestas de actuación se reducen a tres grandes áreas o temáticas: edificios religiosos, edificios civiles y arquitectura militar. Entre los primeros, Leonardo les otorgó una gran importancia a los estudios de templos de planta central inspirados en el Panteón de Roma y muy habituales durante el Renacimiento, posiblemente por la relación de aprendizaje que mantuvo con Donato Bramante. Las iglesias estudiadas y reflejadas en sus códices son aparentemente ideas de volúmenes que pretenden simplemente obtener una unidad volumétrica general y compositiva. Prueba de ello, es la gran variedad de estudios de iglesias y basílicas que encontramos repartidas en el Manuscrito B. Sin embargo, la propuesta de intervención en el cimborrio del Duomo de Milán puede ser considerada como algo más que un simple estudio compositivo de edificio religioso que le permitiría obtener a Leonardo el calificativo de arquitecto.
La finalidad de la presente ponencia es exponer y analizar su propuesta arquitectónica sobre el cimborrio del Duomo de Milán, incluida dentro de una disciplina en la que nunca ha sido reconocido como tal, pero en la que demostró las mismas cualidades que en otros campos en los sí es reconocido con prestigio.
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Ponencia Online
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Rafael Marfil-Carmona
Comentó el 12/12/2020 a las 16:36:09
Muchas gracias por esta aportación al nodo Arte y patrimonio cultural. Personalmente, he aprendido mucho y te agradezco, compañero de UGR, esta ponencia. Hay una enorme variedad en este nodo y está llevando tiempo ver todas las presentaciones, pero vale realmente la pena, como es el caso. ¡Saludos!
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Daniel Jesús Quesada Morales
Comentó el 10/12/2020 a las 08:30:50
Buenos días David. Como es bien sabido en la Historia del Arte, Leonardo da Vinci ofreció sus servicios al duque de Milán Ludovico Sforza en diferentes terrenos. Sus principales méritos en el curriculum que presentó al duque se cifraban en su talento como ingeniero y arquitecto. De hecho, el duque le empleó con frecuencia en labores que no consideramos cercanas al arte: ingeniero de guerra, diseñador de disfraces y vestuario de teatro y restaurador. Dentro de sus tareas estaba la de cuidar por la conservación de los edificios de los Sforza y de la ciudad de Milán, que el duque estaba tratando de convertir en el foco cultural más importante del norte de Italia, en lucha con Florencia y Venecia. ¿Es cierto que fue el propio Ludovico el que pidió a Leonardo que se ocupara de la restauración del cimborrio del Duomo de Milán?, ¿por qué finalmente no se llevó a cabo el proyecto?. Muchas gracias y felicidades por su trabajo.
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David Hidalgo García
Comentó el 11/12/2020 a las 11:54:29
Buenos días, Daniel.
Muchas gracias por tus comentarios, apreciaciones y dudas.
Existen cuatro teorías argumentadas entre los distintos académicos especialistas en Leonardo sobre el viaje de este a Milán:
La primera indica que fue el propio Leonardo quien se ofreció a Ludovico Sforza como arquitecto e ingeniero militar. De ahí la famosa carta de 10 puntos que el propio Leonardo envía a Ludovico y que quedó reflejada en el Códice Atlantico, folio 391 r-a. Leonardo no conseguía hacerse un hueco como arquitecto e ingeniero militar en la corte de Florencia ya que Lorenzo de Medici contaba con otros ingenieros militares de alta reputación. La necesidad de buscar nuevas rutas y caminos dentro de esas áreas tan codiciadas por Leonardo justifican el envío de la carta y su posterior traslado allí. La segunda teoría radica en que fue enviado por el propio Lorenzo de Medici junto al joven músico Atalante dei Miglioretti con el regalo de una Lira da braccio. La tercera, la sostiene la autora Taglialagamba donde indica que el traslado fue realizado para mantener la tradición de intercambiar artistas de renombre entre los distintos estados italianos. Todas se encuentran justificadas e incluso podría tratarse de teorías complementarias.
Es controvertido decir si fue el propio Ludovico quien le pidió a Leonardo que se encargara del proyecto. El concurso público y posterior encargo del cimborrio del Duomo de Milán fue realizado por la Venerable Fabrica del Duomo de Milán. Considero que si hubiera sido el propio Ludovico quien le hubiera pedido el trabajo a Leonardo este no hubiera retirado su propuesta. Leonardo presentaba una gran admiración por él y esto lo demuestra con su interés por trasladarse a Milán y ofrecerle sus servicios.
También existen varias teorías con respecto a que el proyecto no se llevara a cabo por parte de Leonardo. La primera es que le cedió el proyecto al arquitecto Francesco di Giorgio a cambio de que él le formara en las artes de la arquitectura y la ingeniería militar. De hecho a raiz de la adjudicación del proyecto a Francesco se forjó una gran amistad entre ambos y el desarrollo de algunos proyectos conjuntos. Por otro lado, el autor Tafuri afirma que la propuesta de Leonardo fue rechazada por la Venerable Fabrica del Duomo de Milán y por tanto, no se retiró a favor de nadie.
Las propuestas de Leonardo y Franceso di Giorgio son completamente similares a excepción del arco maestro. Por tanto, puede ser interpretado como un sinónimo de colaboración, cesión de trabajos......
Muchas gracias.
Un saludo.
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David Hidalgo García
Comentó el 09/12/2020 a las 11:17:39
Buenos días, Ana.
Ante todo darle las gracias por el interés mostrado en la ponencia. Es cierto que la ponencia es demasiado general y le pido disculpas por ello. El motivo es que a lo largo de las últimas décadas ha existido una controversia importante sobre la participación de Leonardo en el proyecto del Cimborrio del Duomo de Milán. De hecho, los autores Beltrani y Schofield indican en sus publicaciones que no existe ninguna evidencia de la participación de Leonardo en este proyecto. En mi opinión, Leonardo no pretendió con sus obras y trabajos pasar a la posteridad sino que, en ese halo de genialidad, estudiaba y trabajaba en lo que le gustaba en ese momento. Son muchos los trabajos de sus códices que se encuentran datados en las mismas fechas y son múltiples las obras inacabadas o simplemente estudiadas en sus códices y manuscritos que no acometió. Para él primaba el aprendizaje y el conocimiento sobre la recompensa de llevar a cabo alguna obra. Esta circunstancia podría ser la causante de lo ocurrido en su propuesta del Cimborrio del Milán. Leonardo quería aprender los conocimientos de la arquitectura y el arquitecto e ingeniero militar, Francesco di Giorgio, se encontraba en Milán llevando a cabo otros trabajos. Las propuestas de ambos son similares y existen evidencias de que a partir de ahí, se forjó una buena amistad que le permitió a Leornardo realizar otros estudios arquitectónicos o incluso urbanísticos: cittá idèale.
Desde mi punto de vista, la propuesta de Leonardo era factible y viable de ser llevada a cabo. Una propuesta innovadora teniendo en cuenta que no había recibido estudios anteriores en esa materia. Creo que Leonardo no presenta deudas con respecto al Duomo de Florencia. En todo caso, agradecimiento por haber participado en la última fase de su construcción cuando se colocó sobre la cúpula la bola de bronde donde él colaboró cuando trabajaba en el taller de Andrea del Verrochio. Posiblemente los trabajos y visitas a la cúpula en esta última fase le sirvió para aprender y comprender el funcionamiento de los pesos y las cargas en esta obra considerada como una de las más importantes del Renacimiento.
Espero haberle resuelto sus dudas. Cualquier otra duda o consulta, estaré encantado de atenderle.
Muchas gracias.
Un cordial saludo.
David.
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Ana Castro Santamaría
Comentó el 08/12/2020 a las 04:29:24
David, es una pena que no haya dedicado mayor tiempo de la presentación al cimborrio de Milán y se haya perdido en introducciones de carácter demasiado general. Me hubiera gustado que contextualizara la propuesta de Leonardo en el debate de las demás propuestas de todos los arquitectos que estuvieron presentes en Milán de una u otra manera. También me hubiera gustado escuchar explicaciones más precisas sobre la reconstrucción gráfica elaborada por usted en su interpretación de la propuesta leonardesca. Como arquitecto, ¿cree que la solución hubiera sido factible? ¿Cuáles son las deudas con respecto al Duomo de Florencia? Gracias.
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David Hidalgo García
Comentó el 11/12/2020 a las 11:32:07
Buenos días, Ana.
Ante todo darle las gracias por el interés mostrado en la ponencia. Es cierto que la ponencia es demasiado general y le pido disculpas por ello. El motivo es que a lo largo de las últimas décadas ha existido una controversia importante sobre la participación de Leonardo en el proyecto del Cimborrio del Duomo de Milán. De hecho, los autores Beltrani y Schofield indican en sus publicaciones que no existe ninguna evidencia de la participación de Leonardo en este proyecto. En mi opinión, Leonardo no pretendió con sus obras y trabajos pasar a la posteridad sino que, en ese halo de genialidad, estudiaba y trabajaba en lo que le gustaba en ese momento. Son muchos los trabajos de sus códices que se encuentran datados en las mismas fechas y son múltiples las obras inacabadas o simplemente estudiadas en sus códices y manuscritos que no acometió. Para él primaba el aprendizaje y el conocimiento sobre la recompensa de llevar a cabo alguna obra. Esta circunstancia podría ser la causante de lo ocurrido en su propuesta del Cimborrio del Milán. Leonardo quería aprender los conocimientos de la arquitectura y el arquitecto e ingeniero militar, Francesco di Giorgio, se encontraba en Milán llevando a cabo otros trabajos. Las propuestas de ambos son similares y existen evidencias de que a partir de ahí, se forjó una buena amistad que le permitió a Leornardo realizar otros estudios arquitectónicos o incluso urbanísticos: cittá idèale.
Desde mi punto de vista, la propuesta de Leonardo era factible y viable de ser llevada a cabo. Una propuesta innovadora teniendo en cuenta que no había recibido estudios anteriores en esa materia. Creo que Leonardo no presenta deudas con respecto al Duomo de Florencia. En todo caso, agradecimiento por haber participado en la última fase de su construcción cuando se colocó sobre la cúpula la bola de bronde donde él colaboró cuando trabajaba en el taller de Andrea del Verrochio. Posiblemente los trabajos y visitas a la cúpula en esta última fase le sirvió para aprender y comprender el funcionamiento de los pesos y las cargas en esta obra considerada como una de las más importantes del Renacimiento.
Espero haberle resuelto sus dudas. Cualquier otra duda o consulta, estaré encantado de atenderle.
Muchas gracias.
Un cordial saludo.
David.
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