La creación ex novo de un conjunto de colonias agrícolas en el sur de la Península Ibérica por parte de la Corona durante el reinado de Carlos III implicó que debieran tenerse en cuenta numerosos factores al objeto de garantizar su éxito y viabilidad. Entre esos elementos, la cuestión demográfica y poblacional, como no podía ser de otro modo, tuvo una significativa relevancia. Desde un primer momento se fijaron una serie de filtros para la selección de los seis mil individuos alemanes y flamencos con los que se iban a poner en marcha esos establecimientos, que acabaron siendo denominados como Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía: en primer lugar, la nacionalidad (alemanes y flamencos, aunque posteriormente ampliado a saboyanos y suizos); en segundo lugar, la religión (todos debían ser católicos); en tercer lugar, la profesión (solo debían admitirse labradores y artesanos, evitándose oficios que los ilustrados consideraban entonces poco útiles para un espacio agrario); y en cuarto lugar, la estructura por edad y sexo (se establecieron cuotas por franjas de edad y sexo con el objetivo de implantar una sociedad lo más adaptada posible a las necesidades iniciales de una experiencia de este tipo). Como no podía ser de otro modo, también se regularon las condiciones que afectarían a los menores, aunque entre la teoría y la práctica hubo cambios significativos no siempre tenidos en cuenta por la historiografía. Existen, ciertamente, algunos trabajos que estudian la infancia en estas nuevas colonias, pero con el inconveniente de limitarse a aspectos muy puntuales y habiendo dado por hecho que todo se cumplió tal y como se dispuso en las disposiciones normativas. De ahí que nuestro propósito en esta investigación sea el de ofrecer un análisis más global sobre el papel y la situación de los menores durante la puesta en marcha de las nuevas colonias, tratando cuestiones más allá de la educación o de ofrecer pinceladas sobre su entorno cotidiano o la existencia de prácticas como el abandono de recién nacidos, con lo que podremos alcanzar un conocimiento cabal y más completo sobre el tema. Mediante el uso de fuentes de archivo nos aproximaremos a los datos de natalidad y mortalidad, así como de ilegitimidad y abandono, mostrando su evolución atendiendo al sector social donde tenían lugar (familias extranjeras, españolas o mixtas); así pues, será factible verificar si esa sociedad agraria modelo que se aspiraba a implantar dio lugar o no a comportamientos diferentes con respecto a otras localidades del entorno. Algo que, en efecto, parece que tuvo lugar a tenor de los resultados alcanzados, los cuales evidencian una estructura social en la que el predominio del mediano propietario facilitaba los enlaces matrimoniales y un mejor sustento de la unidad familiar, a lo que se sumaba una mayor permisividad en cuestiones como los enlaces matrimoniales e incluso para segundas y terceras nupcias tanto en hombres como en mujeres, reduciendo así, por ejemplo, a cifras casi anecdóticas los datos de ilegitimidad y abandono de niños.
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sandra olivero guidobono
Comentó el 12/12/2020 a las 23:42:07
Estimado Adolfo:
Felicitarlo por el tema y su tratamiento del mismo. Como estudiosa de la demografía histórica para el caso hispanoamericano colonial me resulta muy interesante su planteamiento. Creo que podría profundizarse en el tema del escaso índice de ilegitimidad, es un hecho relevante en la sociedades preindustriales y quizas podría encontrarse una explicación en las motivaciones económicas de poblaciones de nueva fundación.
Muchas gracias por su aporte.
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Adolfo Hamer Flores
Comentó el 13/12/2020 a las 13:29:43
Estimada Sandra, muchas gracias por su comentario. Sin duda, tanto en el texto escrito de la ponencia como en futuras investigaciones seguiré profundizando en estas temáticas. Un saludo
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José Miguel Delgado Barrado
Comentó el 10/12/2020 a las 18:36:47
En primer lugar, mis felicitaciones por su ponencia que he seguido atentamente en el vídeo y el resumen facilitado, en espera de su publicación; en segundo lugar una pregunta doble. Cuando usted analiza la situación de la infancia (menores) en las nuevas poblaciones de Sierra Morena y Andalucía a partir de 1767, ¿se podría realizar diferencias entre los menores extranjeros y "nacionales"? Y, además, esta situación de los menores se podría diferenciar entre niños y niñas? Muchas gracias.
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Adolfo Hamer Flores
Comentó el 10/12/2020 a las 20:08:12
Muchas gracias por su comentario. Es posible hacer las distinciones que plantea, tanto por género como por origen de los padres (lo detallaré en el texto escrito) aunque en el caso de los expósitos la documentación no permite diferenciar, por razones obvias, el origen de los padres pero en alguna ocasión el hecho de que la partera (hay algunas colonas extranjeras que actúan recurrentemente como testigos en los bautismos e incluso echan el agua de socorro en caso de ir mal el parto, por lo que claramente desempeñaban esta función entre las familias de su ámbito linguístico) actúe como testigo o madrina ayuda a una posible identificación del grupo. En lo que respecta a identificar un trato diferenciado a niños y niñas las fuentes suelen hacer pocas distinciones a tan corta edad, todo apunta a que es similar; no ocurre lo mismo, en cambio, cuando ya entran en la adolescencia, momento en el que la administración sí incorpora el elemento de salvaguardar la honra y el honor limitando la participación de las jóvenes en actividades lejos de un entorno seguro y que las "expusiera" a algún peligro (por ejemplo guardar ganado). Muchas gracias
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Juan Manuel Castillo Martínez
Comentó el 10/12/2020 a las 12:04:34
En primer lugar, enhorabuena por su ponencia, por su claridad e interés del tema que trata. ¿Cuáles son las fuentes de información con las que se cuentan a día de hoy, a parte de los libros de repartimiento, para poder llevar a cabo estudios de evolución demográfica en las colonias de Sierra Morena y Andalucía?. Gracias por su atención y un saludo.
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Adolfo Hamer Flores
Comentó el 10/12/2020 a las 14:09:21
Gracias por su comentario. El estudio de la infancia, por lo general, cuenta con el inconveniente de disponer de pocas fuentes. En cualquier caso, para las Nuevas Poblaciones son fundamentales los libros sacramentales de bautismos (aunque no han llegado a nosotros los primeros libros de esta serie en la mitad de las feligresías que conformaron esta jurisdicción) y entierros. Los libros de repartimiento elaborados en tiempos de Olavide (también desaparecidos casi en su totalidad) habrían sido muy útiles, frente a los elaborados en 1781 para Sierra Morena (que solo mencionan a los menores cuando son propietarios), pero puede complementarse con otra documentación, bastante dispersa y de tediosa búsqueda, de la administración central conservada en Simancas y Madrid. Un saludo
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