En un sentido amplio, la historia y la evolución del papel como materia podrían entenderse como uno de los indicadores del progreso cultural de la humanidad. Un progreso ligado también a los avances y mejoras tecnológicas aplicadas en la transformación de las materias primas empleadas en su elaboración. Dado su carácter universal, de alguna manera podría afirmarse que uno de los precedentes remotos de lo que hoy llamamos «globalización» se encuentra en el uso generalizado del papel y de la imprenta, convirtiéndose en instrumentos de difusión de la cultura y de innovaciones científicas y tecnológicas.
Desde luego, el paso del tiempo ha sido implacable para buena parte de los establecimientos fabriles que protagonizaron ese primer impulso preindustrial promovido por el racionalismo de la Ilustración. Uno de los testimonios monumentales mejor conservados se sitúa en la región de Murcia, en la población de Caravaca de la Cruz, nos referimos a los Molinos papeleros del Cejo, ubicados en las afueras de la citada ciudad, en el límite entre la huerta tradicional y la zona de crecimiento urbano.
En este trabajo revisamos la documentación obtenida de una excavación de arqueología industrial realizada hace unos años, donde se intervino en este edificio singular que aparentemente se encontraba en un estado ruinoso. El objetivo de esa intervención era obtener los datos necesarios sobre la arquitectura e infraestructuras de este molino hidráulico para proceder a su valorización como recurso patrimonial. Dicha valorización y musealización todavía no ha sido posible aunque sí existe un mantenimiento periódico del inmueble por parte de las autoridades locales.
Gracias a la documentación de archivo sabemos que los Molinos del Cejo fueron fundados en el año 1731 y que mantuvieron su actividad hasta los inicios del siglo pasado. El interés de estos ingenios molinares es que testimonian un prototipo de ingenio molinar que gozó de gran éxito en toda Europa y en América y que aparece analizado en profundidad en uno de los capítulos de la Enciclopedia de Diderot y D’ Alembert , publicada varios años después, en 1765. Una vez excavadas las estancias e infraestructuras hidráulicas del molino caravaqueño, la identificación ha sido relativamente sencilla dada la asombrosa concordancia existente entre las estructuras arquitectónicas y las ilustraciones de la citada enciclopedia francesa. En este caso las fuentes iconográficas y textuales han sido decisivas para identificar el obrador dotado de los mazos y las pilas para obtener las diferentes pastas de papel o las balsas donde se pudrían los trapos antes de arrojarlos a las citada pilas. En otra estancia anexa se conserva un horno donde se obtenía la cola empleada también en la elaboración de los pliegos, así como las tinajas cerámicas donde se almacenaba. También hemos tenido la oportunidad de identificar los elementos de la rueda motriz que accionaba el mecanismo batanero y las canalizaciones que aportaban el agua para las diferentes labores desarrolladas en el interior de la fábrica.
Si miramos hacia el futuro, creemos que es factible promover y ejecutar un proyecto a medio y largo plazo que complemente los relevantes recursos patrimoniales de carácter arqueológico e histórico de Caravaca de la Cruz con un itinerario etnográfico en el que los Molinos del Cejo constituirían un importante punto de interés y aprendizaje. Además de enriquecer y diversificar la oferta cultural dirigida al sector turístico, que reporta evidentes beneficios a la comunidad, sobre todo en los años de celebración del Año Jubilar, sería conveniente un aprovechamiento didáctico de los molinos papeleros desde el ámbito de la disciplina de la educación patrimonial.
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Sandra Tineo Sanguinetti
Comentó el 11/12/2020 a las 18:35:58
Hola Alfonso, qué interesante el tema de los molinos de papel de Caravaca de la Cruz. Sobre todo me admira la capacidad de vincular a través del propósito de la educación patrimonial una gama tan amplia de campos disciplinares como la arqueología, la arquitectura, la documentación, la etnografía, la museografía, el turismo y lo más interesante: la iconografía. Me gustaría saber cómo ha funcionado el proceso de interpretación iconográfica, que normalmente es al revés ¿cierto? es decir, la interpretación de la iconográfia suele basarse en el conocimiento arqueológico. Qué interesante!
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