Economía Internacional, Economía Regional y Espacio
A lo largo de las últimas décadas la economía mundial ha experimentado cambios profundos que, de un modo u otro, han resaltado la relevancia del espacio en la economía en sentido amplio, transcendiendo de los trabajos clásicos de Economía Regional Urbana. En los primeros momentos, caracterizados por la intensificación del proceso de globalización, ese interés obedeció, entre otros factores, al auge de la denominada Nueva Geografía Económica, y al creciente interés en los fenómenos de deslocalización y de relocalización. La incertidumbre generada por fenómenos más recientes como la crisis financiera, la deriva proteccionista de algunos países, el Brexit, o el COVID-19, no ha mermado dicho interés.
En este simposio está abierto tanto a trabajos que destaquen el papel del espacio en la economía, como a aquellos que aborden las problemáticas más actuales de la economía mundial. Entre las líneas orientativas de las comunicaciones están:
- El impacto económico del COVID-19
- El resurgir de la política industrial
- La crisis de la Unión Europea
- El impacto del Brexit
- Inversión extranjera directa y empresas multinacionales
- La internacionalización de la economía china
- La OMC, el Banco Mundial, el FMI y las crisis
- Las nuevas guerras comerciales y tecnológicas
- La respuesta de los países en desarrollo ante la incertidumbre
- Desarrollo y Cooperación
- Finanzas internacionales
Estrategias para una economía sostenible y resiliente
El calentamiento global y el peligro actual de extinción y pérdida de la biodiversidad terrestre, es un tema de gran preocupación tanto para los ciudadanos de todo el mundo como para la mayoría de gobiernos y por ello se está planteando a nivel internacional nuevas formas de desarrollo económico.
El desarrollo sostenible no es un problema nuevo. La presión por alcanzar un desarrollo que satisfaga las necesidades básicas de las generaciones presentes y futuras comenzó hace más de 40 años (Chichilnisky 1977,1977, 2009) y Herrera (1976) dichas ideas se han desarrollado tanto por la OIT como por el Banco Mundial y ratificado por los organismos internacionales como una prioridad de desarrollo global (Brundtland 1987).
Las emisiones actuales de CO2 son las principales responsables de la aceleración del cambio climático cuyos efectos son cada vez más drásticos tanto para la biodiversidad como para el hombre y sus actividades. Desde la firma del Acuerdo de París en 2015 se busca fortalecer la respuesta global al cambio climático y la capacidad de los países para hacer frente a los impactos negativos del mismo (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, UNFCC, 2015).
Sin embargo, el desafío de lograr el desarrollo sostenible sigue siendo hoy un reto para los países y sus economías. Por ello, es necesario introducir nuevos axiomas en el concepto de desarrollo sostenible y una visión holística de la economía que permita introducir la conciencia de los límites físicos en el largo plazo y el beneficio que el nuevo desarrollo tecnológico supondrá para los distintos sectores económicos.
Actualmente existe una necesidad apremiante de expandir y “reenfocar” la atención de los investigadores en las áreas de economía energética y ambiental en nuevos enfoques para el diseño de programas y medidas de implementación de políticas que abordarán efectivamente los desafíos duales planteados por el calentamiento global.
Generar nuevos modelos económicos que solucionen la brecha predictiva y de los recientes avances tecnológicos, justifica la generación de proyectos integradores que contextualice las necesidades económicas actuales y la integración en una economía sostenible a muy corto plazo.
Nuestra generación está siendo testigo de un cambio de mentalidad que, además, conlleva necesariamente un cambio en la política económica y ambiental que supondrá la incorporación de nuevas tecnologías y usos de los recursos para generar nuevos productos que implican un mercado emergente y circular. Estos nuevos usos implican la reducción de la huella de carbono a la vez que potencian la resiliencia basada en los recursos endógenos.
Invitamos a los participantes a revisar los modelos económicos actuales y contribuir al proceso de innovación tecnológica, nuevos mercados neutros en carbono y la sostenibilidad como estrategia de la sociedad del siglo XXI.