Este trabajo se presenta como antecedente de una investigación vinculada con los retos actuales de cohesión o fragmentación social en realidades virtuales alternas.
La forma de crear el mundo ha cambiado, hoy en día lo que se cree y lo que se crea, propicia la construcción de nuevas realidades o realidades alternas que configuran una infinidad de universos objetuales posibles; derivado de ello, se construye la creencia de una realidad en donde se ha desarrollado una carga sensible que dinamiza el objeto con la posibilidad de transformarlo, darle sentido y construir imaginarios en otras realidades como el ciberespacio.
A partir del análisis crítico sobre el fenómeno de las realidades virtuales, físicas y alternas, así como la construcción de los imaginarios que se mueven entre ambas y que derivan en insultos, supremacismo, noticias falsas y ciberataques con efectos y repercusiones colaterales; el juego entre ambas realidades se ha exacerbado hasta el punto de generar trastornos como la depresión, la ansiedad y entornos sociales adversos.
Cada ser humano construye su propia realidad a partir de creencias, sentimientos y emociones; cuando las condiciones son alteradas y las circunstancias cambian, surgen realidades alternas, que provocan rupturas que desequilibran el orden de las cosas y detonan acciones negativas en una realidad física ante la obligatoriedad de un confinamiento.
El objetivo es reflexionar desde otra perspectiva los posibles beneficios de una realidad virtual alterna ante el contexto actual y reconocer que los seres humanos requieren desarrollar habilidades sociales que les permitan desenvolverse de mejor forma en estas realidades, reconfigurarlas para el bien común y posibilitar un cambio de paradigma que concientice y establezca nuevas rutas para objetivar la bidireccionalidad entre éstas.
Metodológicamente se inicia con el desarrollo un sistema de relaciones a partir de tres conceptos clave: la construcción de imaginarios sociales, las realidades alternas y con ello la propuesta —en un primer acercamiento—, de las posibles habilidades sociales y competencias comunicativas que requieren en estos espacios en el marco de una ética.
La comprensión del ciberespacio y la sociedad de la información son fundamentales ante el confinamiento obligado por la abstracción de las realidades físicas en entornos laborales, educativos o de socialización como espacio de interacción y comportamiento social con un marco de referencia desde los estudios culturales.
Finalmente, ante este panorama y como primer acercamiento, se proponen las rutas que permitan enfrentar entornos adversos y emergentes para darle un giro positivo a estas abyecciones.
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Prisca Nahum Lajud
Comentó el 11/12/2020 a las 15:24:01
Hola María de las Mercedes y Celia, me gustó mucho su tema y su exposición. Especialmente por el momento que estamos viviendo, la construcción de imaginarios ante las necesidades virtuales de las que muchos profesionistas somos presa y que hasta hace poco tiempo ni idea teníamos de que pudiéramos necesitar tanto de la virtualidad y mucho menos que dependiéramos de la tecnología para realizar nuestra diaria labor. Mi pregunta va en este sentido, soy docente de la Universidad Veracruzana y cuando he disfrutado enormemente de mis clases presenciales durante muchos años que llevo en mi profesión, ahora me enfrento al reto virtual desde el pasado marzo, como todos en el mundo. ¿Cómo detener a mi cerebro ante imaginarios, cuando estando en clase o en juntas de trabajo con mis compañeros muchas veces y de manera literal nos tenemos que enfrentar a hablar con nombres y no con caras, pues en todas las reuniones hay cantidad de gente que mantiene sus cámaras apagadas porque no tienen suficiente conexión, o suficientes datos, o de plano andan en otro lado y solamente van escuchando mi voz o la voz de los compañeros? Es una situación a la que me enfrento difícil porque podría ser que ni siquiera se encuentra conmigo y esté yo hablando con la máquina, eso desde mi punto de vista baja la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, o como ahora le llamamos aprendizaje-reaprendizaje. Quisiera su opinión al respecto, o alguna sugerencia.
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CELIA GUADALUPE Morales González
Comentó el 11/12/2020 a las 17:00:19
Hola Prisca gracias por tus comentarios y respecto con la pregunta que nos haces, te comento que compartimos el mismo sentimiento, ya que esto que tu experimentas es similar en nuestra universidad, hemos procurado emplear estrategias sobretodo que tienen que ver con el factor sorpresa; en donde ha sido más evidente esta situación es con el estudiantado del nivel licenciatura ya que hay una gran resistencia a encender las cámaras y por lo tanto podemos suponer en que están realizando otras actividades o simplemente se conectan para registrar su asistencia, te comparto parte de loa experiencia que consiste en lanzar preguntas detonadoras en donde voy nombrando a los alumnos indistintamente y durante la clase hago que la participación sea la que dirija las actividades académicas, esto me ha funcionado ya que de alguna manera se ponen en evidencia los que no están atentos por lo que poco a poco he logrado que todos estén atentos y respondan porque se asigna un porcentaje para su evaluación. Estamos experimentando y esta experiencia tendrá que darnos los datos que necesitamos para planear y diseñar nuevos modelos de aprendizaje y construir realidades alternas en situaciones adversas y emergentes; hoy ha sido el COVID no sabemos que nos espera mañana.
Cordial saludo desde la UAEM.
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MARIA DE LAS MERCEDES PORTILLA LUJA
Comentó el 11/12/2020 a las 17:44:22
Buenas tardes Prisca Nahum Lajud, muchas gracias por tus comentarios concuerdo con usted también al igual que con la Dra. Morales en el sentido de que en ocasiones pudiera resultar frustante esta situación en donde nos enfrentamos tal vez a un otro que no vemos o tal vez ni siquiera se encuentra del otro lado de la cámara aunque su registro virtual se encuentre presente. Considero que si bien la parte de mirar, escuchar e incluso desplazarnos por el aula y generar dinámicas de trabajo en donde podíamos constatar la presencia de nuestros alumnos era fundamental; y si -ante esas circunstancias podíamos percatarnos de algunas particularidades de nuestros alumnos que nos permitían replantear estrategias para casos específicos-, actualmente esa parte se ha perdido en gran medida definitivamente. Considero siempre la posibilidad ante estas realidades virtuales de trabajar con estrategias que permitan tal vez generar en la virtualidad una realidad que tal vez a algunos alumnos les acomode muy bien por el anonimato pero a muchos otros no necesariamente. En lo personal he tratado de hacer uso de competencias comunicativas derivadas de mi formación; lo cual considero han sido una herramienta fundamental y me ha permitido aminorar esta problemática. Los materiales interactivos, y las dinámicas constantes dan buenos resultados sin embargo el trabajo es arduo y los días no alcanzan; como bien dices no todos tienen además las posibilidades de conexión para ello; considero que todos estamos aprendiendo y tratando de adaptarnos; sin duda la labor docente se ha vuelto muy demandante justo por este repensar las estrategias y su aplicación en las nuevas tecnologías y plataformas; considero que es fundamental también hacer ver esto a nuestros alumnos para que entre todos propiciemos un mejor ambiente virtual a partir de la tomar conciencia sobre ello y tratar de que todos interactuemos por conveniencia propia; son días y horas de su vida que no tendrán regreso y cada uno debemos aprovechar si nuestra decisión en su momento fue y sigue siendo la preparación para especializarme en un ámbito del conocimiento que me permitirá desarrollarme en un futuro. Muchos jóvenes también están experimentando incertidumbre ante planes que vieron interrumpidos y sabemos que también se han incrementado algunos trastornos de ansiedad y depresión por el contexto actual, entonces considero que cada uno de nosotros debemos trabajar a la par la resilencia para librar de mejor forma esta adversidad. Saludos
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