CÓD.N03-S07-20 ONLINE

Esquemas perversos de comunicación: posverdad y noticias falsas

En el año 2016 el diccionario de Oxford decretó que la palabra del año en inglés era el adjetivo post-truth. Esta palabra se refería a aquellas circunstancias en las que los hechos objetivos tenían menos importancia a la hora de influir en la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales (Oxford, 2016). Según las declaraciones del propio diccionario de Oxford, el concepto de post-truth llevaba existiendo al menos desde la década anterior, pero el aumento sustancial de la frecuencia de uso de la palabra llevó a considerarla como la candidata idónea para ser nombrada palabra del año en inglés.[1] Sobre todo, se vinculó a los contextos de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos y el referéndum del mismo año en el Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europea. Entre los argumentos esgrimidos por la comisión que terminó declarándola palabra del año se encontraba el hecho de que post-truth había pasado de ser una palabra poco utilizada, más bien situada en la periferia metafórica del lenguaje, a aparecer con mucha frecuencia no solo en redes sociales, sino también en publicaciones de nivel y ello sin necesidad de aclarar o definir el término, lo cual demostraba que ya era reconocido por todo el mundo. El término había pasado de ser relativamente nuevo a ser ampliamente empleado y comprendido por mucha gente. Todo ello en un periodo de tiempo bastante breve, aproximadamente un año. Esta fue otras de las cuestiones que pusieron en claro el impacto a todos los niveles que tuvo esta palabra. Al ser un adjetivo en inglés, la palabra por sí sola no podía emplearse con comodidad, de modo que la expresión con la que aparecía más vinculada era el concepto “post-truth politics”, en español sería algo así como “políticas posverdaderas”. Esta traducción ya pone de manifiesto la dificultad que tenemos en español para respetar el sentido del adjetivo post-truth. De hecho, el término ha sido traducido como “posverdad”, que es un sustantivo, de ahí que, por mor de la acribia terminológica, quizá sería más preciso y más oportuno hablar más bien de “mecanismos posverdaderos” o “recursos posverdaderos” más que de “posverdad”

[1] Sabemos que en esto hay una imprecisión. La palabra post-truth tiene su origen en 1992 en el artículo de Steve Tesich, «A government of lies», escrito en mitad del escándalo del Irán-Contra y la Guerra del Golfo. Probablemente las autoridades del diccionario de Oxford solo conocían la obra de Ralph Keyes del año 2004, titulada The Post-Truth Era: Dishonesty and Deception in Contemporary Life, donde se presenta un análisis somero sobre el uso de la mentira en la sociedad contemporánea (Bermúdez, 2019: 342).

Palabras clave

filosofía Noticias falsas pensamiento crítico posverdad

Ponencia Online

Documentación de apoyo a la presentación ONLINE de la ponencia

Ver el video en youtube


Firmantes

Los autores de la ponencia

profile avatar

Manuel Bermúdez

Ver Perfil


Preguntas y comentarios al autor/es

Hay 21 comentarios en esta ponencia

    • profile avatar

      Anna Maria Mannone

      Comentó el 12/12/2020 a las 22:44:48

      Caro Manuel, non si può non essere d'accordo con te quando dici che "il pensiero post-moderno ha messo in discussione non solo le grandi ideologie, ma il concetto stesso di verità."
      Infatti, quello che stiamo vivendo è un tempo gramo, culturalmente povero, a cui sono estranei le grandi weltanschauung che avevano fatto da fondamento alla civiltà occidentale in ogni campo della cultura, un tempo caratterizzato da relativismo, revisionismo, negazionismo, scetticismo e persino da cinismo. Il post-moderno ha fatto vacillare non solo le grandi certezze, ma l'idea stessa di verità che è mobile e suscettibile di varie interpretazioni, per cui il compito stesso della filosofia non sarebbe più quello di fornire certezze assolute.
      Allora, mi chiedo e ti chiedo: la filosofia ha esaurito la sua essenza di "sapere" eminentemente speculativo e intellettivo? E' la fine del pensiero? Dobbiamo nichilisticamente rassegnarci e dire "Dio è morto, Marx pure e anch'io non mi sento tanto bene?!"

      Responder

    • profile avatar

      Andrea Pérez Ruiz

      Comentó el 12/12/2020 a las 17:52:14

      Hola, Manuel. Encantada de saludarte y enhorabuena por tu trabajo. Escuchando tu ponencia y leyendo también los comentarios, te comparto algunas reflexiones sobre las que me gustaría conocer tu opinión.

      Algunos autores han estudiado el populismo como una cuestión expresiva: de estilo y contenido que adopta la comunicación política (Claes H. de Vreese, 2018: 'The International Journal of Press/ Politics'); es decir, directamente vinculada al lenguaje (público, mediático). Su trabajo parte de la pregunta de si es el populismo 'per se' una fuerza positiva (en cuanto puede servir para dar voz a grupos de ciudadanos que no se sienten representados por la élite política y logra incorporar al debate social asuntos marginales que no refleja el discurso ‘mainstream’); o bien es una fuerza intrínsecamente perversa, que conduce al tribalismo político y amenaza la democracia.

      A mi juicio, este planteamiento considera que uno u otro populismo consistiría en/se produciría por la buena o mala praxis por parte un emisor: ¿discrepas (con la premisa o con mi lectura)? Desde esta misma óptica: ¿crees que existe o ves posible esa primera función inclusiva del populismo?

      En segundo lugar, en tu ponencia defiendes la educación como la mejor solución frente al deterioro del pensamiento crítico. ¿Qué responsabilidad tendría el periodismo en esa pedagogía si lo entendemos unido al derecho fundamental a la información en un régimen democrático?

      Y una última sobre la cuestión, en mi opinión, más preocupante: ¿consideras que esa pérdida del hábito de lectura está relacionada con la posibilidad (antes inexistente) de elegir entre una oferta amplísima de contenidos y formatos (más breves, simples…en definitiva, que utilizan la facilidad de consumo como una forma más de competir entre ellos)?

      Muchas gracias de nuevo por compartir tu reflexión con tanta claridad.
      Andrea

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 15/12/2020 a las 00:20:44

        Andrea, las cuestiones que planteas son de enorme calado y, en mi opinión, demuestran una reflexión profunda. Creo que no tengo capacidad para responder ninguna de ellas. Así que vamos a aventurar unos comentarios:
        1) El populismo va de la mano con la demagogia. Así ha ocurrido desde el nacimiento de la democracia. En mi opinión, puede haber un populismo más o menos correcto, en función del modo en que se emplee y la meta que se proponga. Lo que ocurre es que el término populismo ha ido granjeándose una vitola negativa y, en una de sus nuevas acepciones, es ya un término peyorativo. Podríamos comparar el populismo de Trump, basado en el empleo sistemático de la mentira como herramienta política sin penalización electoral, con el populismo de Siritza, el partido griego que logró el poder solo durante una legislatura.
        2) Tengo un amigo, antiguo alumno mío, brillantísimo orador, que dice que cuando uno fía la solución de un problema a la educación es que no tiene solución al mismo. "Larga me la fiáis", como diría aquel. En cuanto al periodismo, hay dos elementos que han cumplido un papel corrosivo dentro de él: el primero es la complicada situación económica de los medios de comunicación, que impide a los periodistas poder dedicar esfuerzo o tiempo a la labor verificadora, una de las más importantes hoy en día. El segundo es la esclavitud que la línea editorial impone cada vez con mayor frecuencia a los periodistas. Estos parece que son obligados a engrosar las filas de un medio como el soldado que se alista a un ejército.
        3) Sí. La pérdida del hábito lector es otro clavo en el ataúd de nuestro sistema educativo. Precisamente hoy he compartido en las redes un artículos de la bbc en el que un neurólogo advierte de los riesgos que supone la incapacidad de concentrarse en algo durante un periodo prolongado.

        Responder

    • profile avatar

      José María Menéndez Jambrina

      Comentó el 10/12/2020 a las 22:55:50

      Hola Manuel, no dejan de sorprenderme las coincidencias y afinidades en muchos de tus razonamientos o conclusiones pues son muy similares a las que humildemente he podido llegar. De manera que voy a preguntarte, vistas las complejidades de la traducción al español del término posverdad, si no sería más adecuado reivindicar el uso de paparruchas, que aunque suena como a broma, su definición me ha dejado estupefacto, por la precisión de su significado.

      Responder

    • profile avatar

      Álvaro Ramos Ruiz

      Comentó el 10/12/2020 a las 13:56:28

      Manuel, enhorabuena por la ponencia. Muy interesante. En tu intervención comentas que es necesario reforzar los conocimientos educativos en diferentes materias de las Humanidades. ¿Crees que sería necesario incluir una materia específica sobre medios digitales en los colegios e institutos, centrada en el consumo de webs y RR SS? ¿O consideras que las materias de Humanidades pueden cubrir dicho ámbito? Muchas gracias.

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 10/12/2020 a las 14:15:22

        Álvaro. Me temo que aquí no puedo ser original y, además, me salgo del terreno donde me siento cómodo. Como profesor de filosofía, yo apostaría por materias de ética durante los 4 cursos de secundaria y 2 asignaturas de filosofía en bachillerato. En primero de bachillerato recuperaría la lógica dentro de la filosofía, pues esa herramienta es la clave de bóveda del pensamiento crítico y donde más hace aguas nuestro sistema educativo. Por otra parte, me consta que ya existen tanto temas transversales sobre TIC como asignaturas que imparten directamente esos contenidos.

        Responder

    • profile avatar

      Anna Maria Mannone

      Comentó el 10/12/2020 a las 10:37:06

      Ciao Manuel.
      Oggi viviamo in un mondo nel quale la costruzione delle identità e delle certezze avviene attraverso l'assimilazione di modelli e l'omologazione di codici dominanti, in netto contrasto con quell'azione di decostruzione di certezze e verità incompatibili e inconciliabili con la filosofia di Socrate che non si prestava ad essere irrigidita in schemi e sistemi definitivamente conchiusi e compiuti.
      Di fronte a questa impasse che separa quella che è la valutazione oggettiva della realtà e il comune sentire, quale può essere il contributo del metodo dialettico socratico e, in ultima istanza, la validità e l'attualità del suo pensiero nella realtà del tempo in cui viviamo?
      E se la verità è morta, in che modo possiamo considerare Socrate un antesignano della post verità?

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 10/12/2020 a las 12:17:15

        Anna Maria. Lamentablemente debo reconocer que mis esperanzas en este sentido son escasas. Para empezar, la dicotomía que planteas de "evaluación objetiva de la realidad y el sentimiento común" es arrasada por el pensamiento posmoderno que puso en cuestión no solo los grandes "relatos", sino el propio concepto de verdad que asentaba sus bases sólidamente desde la Ilustración. Por otra parte, el método irónico socrático apenas si tendría cabida en las aulas universitarias. Entre otras razones porque en la secundaria y el bachillerato no hay ni el tiempo ni la voluntad de llevarlo a cabo y en la universidad imperan motivaciones de corte profesionalista más que cultura/científico. El panorama pinta mal, porque una herramienta de efectividad considerable como el diálogo socrático no se puede emplear.

        Responder

    • profile avatar

      Julio Otero Santamaría

      Comentó el 10/12/2020 a las 00:39:05

      Hola Manuel. Muchas gracias por la ponencia, es muy interesante. Me gustaría preguntarle, en la línea de José Miguel, cómo valora los proyectos de facts check de algunos medios estadounidenses y los portales para desmentir bulos creados por instituciones españolas como herramientas de lucha contra las noticias falsas y los mecanismos posverdaderos. Saludos.

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 10/12/2020 a las 12:12:32

        Querido Julio. De nuevo poniendo el dedo en la llaga. Personalmente creo que no serían necesarios este tipo de instituciones de control de noticias falsas si pudiéramos reforzar dos cuestiones: 1) aumento de los conocimientos de pensamiento crítico en el sistema educativo desde secundaria y bachillerato. 2) Aumento de las exigencias éticas a los medios de comunicación y penalizaciones cuando deslizaran noticias falsas o sesgos demasiado agresivos.
        Pero, como por otra parte hay que ser realistas y ninguna de las dos opciones que planteamos van a poder llevarse a cabo, lo único que nos queda es aumentar el control, como ya ha sugerido la Unión Europea, y el nivel de exigencia a los medios de comunicación

        Responder

    • profile avatar

      Fernando Centenera Sánchez-Seco

      Comentó el 10/12/2020 a las 00:14:52

      Estimado Manuel,

      en primer lugar, quisiera darle la enhorabuena por el trabajo realizado, que me parece muy interesante. Estoy muy de acuerdo con usted en la necesidad de incidir en el pensamiento crítico, como solución a los problemas diagnosticados. Habrá, por tanto, que recurrir a aquel “Atrévete a saber”, que cada vez parece quedar más lejos. Sin embargo, tengo la impresión de que para afrontar prejuicios (porque me parece que, al menos en parte, se trata de eso) probablemente sea necesario algo más. En este sentido, no se trataría únicamente de apelar a la razón, sino también al plano emocional. Es decir, en el caso, por ejemplo, de quienes son negacionistas, convendría poner en valor los argumentos de la razón que evidencian la letalidad de la pandemia, pero también recurrir a, por ejemplo, testimonios y vivencias de quienes la están sufriendo, o de quienes trabajan en el sistema sanitario afrontándola. Agradezco, si lo tiene a bien, que comente la reflexión, en el sentido que crea oportuno. Muchas gracias por su atención.
      Un cordial saludo,
      Fernando

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 10/12/2020 a las 12:07:21

        Fernando. Leyendo tu comentario me ha venido a la menta la obra de Nietzsche "El nacimiento de la tragedia". En esta obra, el filósofo/filólogo alemán señala que hay una dicotomía esencial dentro de la naturaleza humana, lo apolíneo y lo dionisíaco. El resultado de la presencia de ambas es el hombre. Pues puede que por ahí vayan los tiros, que el hombre necesite razón y emoción equilibradas. La cuestión sería tratar de evitar que la apelación a la emoción se convierta en el único recursos que se emplea en la comunicación política, mediática, económica, etc.

        Responder

    • profile avatar

      Jesús Fernández Muñoz

      Comentó el 08/12/2020 a las 19:40:15

      Muy interesante la comunicación.
      Tengo una pregunta: ¿consideras que hay una diferencia significativa entre la cantidad de noticias falsas (o tendenciosas) que circulan por internet a las que nos transmiten los medios de comunicación tradicionales?
      Muchas gracias.

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 09/12/2020 a las 13:15:38

        Considero que hay una diferencia fundamental. Por una parte, los medios de comunicación tradicionales suelen tener mecanismos de revisión de las noticias que transmiten, así como la exigencia de un comportamiento ético mínimamente exigible. Por otra parte, las noticias falsas que circulan por internet no suelen reparar en tales miramientos. De hecho, es habitual encontrar estas noticias firmadas falsamente o atribuidas con imprecisión voluntaria para confundir aún más. Además, las noticias falsas que circulan por la red pueden responder a un elenco de intereses muy variado, por ejemplo, injerencias políticas, maniobras económicas, etc. En cambio, los medios tradicionales suelen más bien responder al interés de la línea editorial que siguen.

        Responder

    • profile avatar

      José Miguel Rojo Martínez

      Comentó el 08/12/2020 a las 19:11:16

      En primer lugar, enhorabuena por la exposición y por el tema. Sin duda es uno de los grandes retos contemporáneos de la sociedades democráticas. Me han surgido un par de comentarios/preguntas que me gustaría plantearle:

      1. Aunque los menores de 30 años sean el grupo poblacional que más se informa a través del entorno online, ¿no podemos pensar que su condición de nativos digitales les hace más capaces de diferenciar las noticias falsas? Es decir, si bien son receptores de más inputs perniciosos, podrían tener una serie de habilidades, nacidas a partir de su conocimiento del mundo digital, que los hacen menos vulnerables que otros grupos poblacionales más acostumbrados a pautas de comunicación no tóxicas. Dicho rápido, tal vez sea más plausible que si le llega a un chaval de 18 años una noticia falsa por WhatsApp desconfíe que si esa misma noticia le llega a su abuela o abuelo, socializados en un tiempo en el que "las noticias decían la verdad" y que, por tanto, no han roto vínculos de confianza básicos.

      2. ¿Hasta qué punto podemos relacionar el auge de la posverdad y de las noticias falsas con los indicadores que apuntan a un fuerte descenso de la confianza social, tanto en los otros como en las instituciones e incluso en los grandes relatos o proyectos (que mueren con la posmodernidad)?

      3. Desde un punto de vista normativo, ¿es la regulación de las noticias falsas por parte de los Estados la mejor respuesta para estos esquemas perversos?

      Responder

      • profile avatar

        Manuel Bermúdez Vázquez

        Comentó el 09/12/2020 a las 13:20:32

        Muchas gracias por la pregunta.
        La primera de ellas: no, el colectivo de los menores de 18 es el más vulnerable frente al discursos sesgado y falaz, entre otras razones porque la mayoría carecen de las herramientas básicas de pensamiento crítico para hacer frente a estas amenazas comunicativas. Los sistemas educativos diseñados en los últimos años en gran parte de los países occidentales están orientados a la formación profesional, dejando de lado importantes instrumentos intelectuales necesarios para la ciudadanía. Lamentablemente, hemos dejado desprotegida a gran parte de la población frente a las amenazas de las que hacemos mención en el vídeo.
        La segunda pregunta: estoy de acuerdo con la relación. El aumento de la desconfianza de la sociedad puede estar relacionado con las mentiras burdas que se transmiten, en ocasiones, desde el ámbito político o mediático. El ejemplo paradigmático es Donald Trump y su insistencia pertinaz en sostener mentiras como si fueran verdades.
        La tercera pregunta es el quid de la cuestión. DE hecho, estamos organizando un debate al respecto con esta pregunta como trasfondo, pues quizá buscando la verdad caigamos en el control excesivo del estado o permitiendo la libertad de mentir desorientemos a la sociedad

        Responder


Deja tu comentario

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.