El poder de los gobiernos, la amenaza de la presión de las empresas junto al sistema financiero y, recientemente, también, la tiranía de las redes sociales, constantemente someten a variaciones el resultado final de un informativo televisivo. Los presentadores y editores de estos espacios de noticias son quienes se enfrentan, a diario, a estos condicionantes que conforman un tipo de censura de la que no siempre están exentos.
En España, esa censura en su vertiente política la han ejercido de distinta manera los partidos que han gobernado desde la llegada de la democracia. La presión ejercida en base a mostrar sus intereses de gobierno y de partido ha recaído, en primera instancia, a las empresas periodísticas audiovisuales de carácter público. El ‘Telediario’ de Televisión Española ha sido objetivo de esta censura constante, aunque es posible destacar un periodo más cristalino en lo que respecta a manipulación informativa con Fran Llorente como Director de Informativos. En lo que respecta a presentadores, en el ente público, destaca la figura de la periodista Ana Blanco que, tras mandatos presidenciales de diversa índole, ha continuado al frente del ‘Telediario’, en sus diferentes emisiones, durante tres décadas continuadas.
Las empresas de índole privada, como Mediaset o Atresmedia, se enfrentan a la censura ejercida por las empresas y hacen frente a un poder económico que acostumbra a ser más complicado de discernir en lo que respecta a la manipulación informativa. Todo forma parte de un entramado de presiones a las que se somete el responsable de relatar esa información diaria y de realizar una selección previa de contenidos. El presentador y editor de noticias debe de afrontar los retos de la censura con una base férrea de rigor y credibilidad que servirá como aval de su libertad a la hora de no ceder a la manipulación informativa.
En la última década el poder de las redes sociales y su protagonismo en el proceso de edición de las noticias se torna una nueva forma de censura y de poder encubierto a la hora de ofrecer información veraz. Surge la necesidad de verificar los datos y de regresar a la base del periodismo. Actualmente las noticias falsas o fake news, son otro reto constante del periodista a la hora de realizar su labor diaria. El poder de la imagen y esa manipulación audiovisual que se incrementa gracias al auge de aplicaciones y a una tecnología evolutiva, supone otro nuevo desafío para el comunicador audiovisual.
La verificación se convierte en un imperativo, la pausa y la reflexión es protagonista ante una inmediatez surgida de la información ofrecida a través de redes sociales, incluso, por el propio medio que, además, las emplea como medio propagandístico y dentro de una estrategia de marketing planificada.
La censura en los informativos televisivos muestra, por tanto, varias caras y por esa razón requiere una mayor exigencia y profesionalidad en su tarea diaria y constante del presentador y editor de noticias.
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Daniel Caballo Méndez
Comentó el 10/12/2020 a las 20:08:19
Enhorabuena por tu ponencia, Esther. ¿Hasta qué punto crees factible que las redes sociales puedan ser el soporte en el que evitar la censura gubernamental? Muchas gracias por tu trabajo
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Esther Cervera Barriga
Comentó el 10/12/2020 a las 23:09:03
Hola Daniel, muchas gracias por tu comentario y por tu pregunta que resulta muy interesante. Por un lado las redes sociales, al ser de usoy dominio público y un soporte de comunicación entre perfiles de una audiencia heterogénea, pueden ser precisamente un escenario ideal para evitar la censura gubernativa. Sin embargo, el riesgo está en que los gobiernos cada vez más las emplean como instrumento de propaganda y hasta el soporte más habitual para transmitir sus testimonios y opiniones. Son, en definitiva, un instrumento más de poder político. Barack Obama fue el primer político que ganó unas elecciones gracias a su campaña electoral en Twitter y al final se convierten en un altavoz testimonial y en un instrumento a merced del poder.
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Javier Miranda García
Comentó el 10/12/2020 a las 20:07:38
Hola Esther,
Encantado de saludarte. En primer lugar darte la enhorabuena por la comunicación, el contenido de ésta y su temática, algo que está a la orden del día en los medios de comunicación. Desde tu punto de vista ¿crees que los medios televisivos, a escala nacional, tienen que tener una línea ideológica determinada? Bajo mi punto de vista deberían buscar la verdad y no ceñirse a una forma de pensar.
Un saludo
Javier Miranda
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Esther Cervera Barriga
Comentó el 10/12/2020 a las 23:17:37
Hola Javier, gracias por tu comentario y por tu pregunta. La independencia de los medios es más bien una quimera ya que ,al fin y al cabo , son empresas y siempre van a tener intereses económicos y es muy complicado no disponer de una línea editorial definida en base a esa ideología determinada. En ocasiones, además, juega un papel determinante la audiencia que empatiza con una empresa periodística u otra en base a esa definida línea ideológica, incluso en el caso de cadenas de televisión diferentes pero que pertenecen al mismo grupo empresarial ( como sucede con Antena 3 y La Sexta, ambas cadenas pertenecientes a ATRESMEDIA pero cada una con una línea ideológica clara y distante)
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Mario Alcudia Borreguero
Comentó el 10/12/2020 a las 12:32:31
Hola Esther, felicidades por tu interesantísima comunicación, tanto en contenido como en forma. En el fondo de la comunicación tengo la sensación de que subyace la reclamación de la esencia del Periodismo que permita recobrar el prestigio de esta profesión. ¿No tienes la sensación de que esa sobreabundancia de información y la velocidad con la que se trabaja en estos tiempos está provocando no solo la falta de confirmación, en algunos casos, sino la ausencia de los temas propios y de investigación en una redacción? ¿No crees que la velocidad y la cantidad ponen en riesgo la calidad del Periodismo y, por tanto, la buena información que merece el espectador/oyente/usuario? Muchas gracias.
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Esther Cervera Barriga
Comentó el 10/12/2020 a las 14:19:48
Hola Mario, muchas gracias por tu comentario y por tu pregunta que resulta, sin duda, interesante. Sin duda ese es un problema actual que existe en las redacciones de los medios y que es preciso solucionar. La especialización y la investigación de los temas son cada vez factores más necesarios para mejorar la calidad de la información. Los profesionales precisan de tiempo y recursos para poder conseguir temas propios y eso se consigue, además generando y cultivando tus fuentes.
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Sara RUIZ GÓMEZ
Comentó el 09/12/2020 a las 17:33:06
Enhorabuena compañera. Una ponencia realmente interesante y dinámica con protagonistas expertos en la materia y una locución y explicación impecable. La presión económica y política son límites al libre ejercicio del periodista pero me surge una duda cada vez que se habla de fake-news ya que el intento por difundir mentiras siempre ha existido pero el problema actual podría estar también derivado del volumen de información y los tiempos tan breves (casi en un click) con los que se trabaja. En este sentido ¿serían entonces esas mismas tecnologías (programas informáticos o Inteligencia Artificial, etc) las únicas capaces de gestionar las dos variables, tiempo y volumen de información, de la forma más correcta posible para detectar las noticias falsas? Muchas gracias de antemano.
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Esther Cervera Barriga
Comentó el 10/12/2020 a las 09:37:53
Hola Sara, muchas gracias por tu comentario y por tu pregunta. Realmente considero que la única manera de poder discernir entre la información real y la que no lo es consiste en recurrir a la esencia del periodismo que se basa en contrastar la información con las diversas fuentes de la noticia. El ser humano es el único capaz de hacerlo y en este caso el periodista profesional. En este tema, de las fake news , sobreabundancia informativa y un proceso de selección de la información cada vez más limitado y restringido por la celeridad de los medios y sus plataformas de difusión, la labor del periodista es fundamental. Es preciso una regularización de la profesión periodística para poder lograrlo y que esta labor de informar sea realmente, como se ha demostrado en estado de alarma, una profesión esencial y respetada. Estamos en una sociedad de información de periodismo de titulares donde todo vale y la viralidad de una noticia resta credibilidad a la verdadera información. Es preciso, además, profundizar para lograr un objetivo de eficiencia real a la informar.
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