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COMPLEJIDAD Y CONTRADICCIÓN ANTE EL TESORO DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

Introducción

En 1509 la Catedral de Santiago de Compostela acuerda derribar el claustro medieval y construir uno nuevo. En 1538 Rodrigo Gil de Hontañón debe finalizar los trabajos iniciados en el claustro por Juan de Álava desde 1521, y en concreto, su panda este, conformando la histórica plaza de las Platerías. Una expresión palaciega abre el edificio al escenario urbano, completando la composición con la torre del Tesoro. La panda se finaliza en torno a 1555 con cuatro plantas desde la plaza: baja (tiendas de plateros a nivel de calle), primera (dependencias de canónigos, a nivel de la catedral), segunda (espacio de acceso a la Torre del Tesoro) y bajo cubierta. En 1705 Simón Rodríguez construye la Escalera de la Concha, imprescindible para comunicar la Catedral con la segunda planta de la panda y acceder a la Torre del Tesoro.

Objetivos

Sin embargo, hasta este momento y durante un siglo y medio (desde 1555 a 1705) ¿Por dónde se accede a esta segunda planta? y ¿Cuál es el itinerario que permite alcanzar la Torre del Tesoro?

Metodología

Partiendo de estudio de Kenneth J. Conant sobre la evolución del conjunto catedralicio (1924) y de las apreciaciones de Robert Venturi, ante la lectura de la historia de la arquitectura, desarrollamos sus conceptos reencontrándonos ante la magistral lección  arquitectónica de Gil de Hontañón.

Discusión

La especial naturaleza del Tesoro de la Catedral (espiritual y crematística) exige medidas que garanticen su inviolabilidad. Un ingenioso, complejo y hasta contradictorio sistema de comunicaciones resuelve el problema bajo la condición de su ocultamiento, preservando el secreto de un Tesoro cuyas condiciones arquitectónicas no hacen intuir su existencia.

Resultados

Complejidad, como respuesta tanto a la realidad arquitectónica (románica y gótica) del templo, como ante la liturgia del valor del Tesoro. Conocedor de la debilidad constructivas de la Catedral por su vertiente meridional, refuerza los estribos románicos de su transepto, enmascarando por su interior el acceso a la planta segunda de la panda y cubiertas del claustro. Resulta complejo e inimaginable que tras la necesidad de refuerzo constructivo, en forma de contundente machón de piedra visible desde el exterior, se reserve la generación del sistema de acceso al Tesoro.

Contradicción, pues la planta segunda es la composición más abierta de todo conjunto catedralicio. Mediante una galería de 13 arcos trasluce el espectáculo de Sol naciente y mira directamente a la ciudad. Desde la plaza de las Platerías se contempla el piano nobile del palacio, representación del poder social de la Iglesia. Pero por otro lado, es el único acceso a la Torre del Tesoro y por tanto, lugar que es necesario ocultar.

Conclusiones

La respuesta arquitectónica de Gil de Hontañón potencia la imagen ceremonial y pública de la presencia de la Iglesia, como el verdadero Tesoro simbólico de la Catedral en la ciudad de Santiago, más allá de garantizar su protección mediante el indescifrable sistema de acceso.

Palabras clave

Arquitectura Investigación arquitectónica Restauración

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Preguntas y comentarios al autor/es

Hay 6 comentarios en esta ponencia

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      Tomás Gil-Lopez

      Comentó el 11/12/2020 a las 11:01:52

      Buenos días. Me gustaría felicitaros por la magnífica ponencia.
      Me interesa saber como ha podido influir la colocación del tesoro en la catedral de Santiago en el diseño arquitectónico del edificio, así como en la circulación de los peregrinos dentro del templo.
      Muchas gracias.

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        José Ramón Sola Alonso

        Comentó el 11/12/2020 a las 17:09:35

        Buenas tardes Tomás.

        La realidad arquitectónica del espacio destinado al Tesoro de la Catedral, obedece exclusivamente a este propósito, si bien resuelto con la genialidad de Gil de Hontañón. Esta es la cuestión. El espacio que debería ser el mas oculto del conjunto catedralicio, muestra una cara a la ciudad como el elemento mas abierto del conjunto catedralicio. Contradicción o complejidad? Los dos conceptos venturinianos se plasman con lealtad en este caso.
        La circulación de los peregrinos en el interior del templo, es otra cuestión. Al Tesoro solo accedían los estamentos mas elevados de la Catedral u ocasionalmente enviados del Papa. Por este motivo resulta tan sorprendente la formalización de un itinerario tan complejo y desde luego ajeno al curso diario de la vida catedralicia.

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      Eduardo Azofra Agustín

      Comentó el 11/12/2020 a las 08:51:13

      Buenos días:
      Mi más sincera felicitación por su ponencia, que me ha resultado muy interesante. Considero que la solución planteada, ideada, por Rodrigo Gil de Hontañón pone de manifiesto, una vez, la capacidad y maestría de este excelente arquitecto. Os planteo dos cuestiones:
      1. Habéis comentado que Gil de Hontañón tuvo que reforzar el machón SO del crucero meridional, que aprovechó esa intervención para instalar ahí la escalera oculta de acceso al Tesoro, ¿no puedo ser al revés? Es decir, ¿no pudo Gil de Hontañón decidir poner ahí la escalera y con el fin de ocultarla llevar a cabo el refuerzo del machón?
      2. Si existía la necesidad por parte del Cabildo de ocultar el acceso al Tesoro, ¿por qué en 1705 se prescinde de la escalera y se abre una puerta mucho más visible, tan visible, como lo es la de la Concha?
      Saludos, y gracias por su trabajo.

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        José Ramón Sola Alonso

        Comentó el 11/12/2020 a las 16:57:38

        Buenas tardes Eduardo. La investigación que acometimos como consecuencia de la restauración de la panda oriental del claustro y fachadas sur y este, en la forma en que defendemos las intervenciones sobre el patrimonio, nos exige una decidida investigación que nos aproxime a la razón arquitectónica, histórica, documental y simbólica del Bien. En base a esa investigación evaluamos el conjunto catedralicio desde su origen. En consecuencia reconocimos las importantes dificultades que tenía la catedral durante los siglos XIII-XV dada la topografía y orografía de su vertiente sur. La Catedral presentaba una inexcusable necesidad e refuerzo, difícil de explicar por este medio. En consecuencia la habilidad de Gil de Hontañon fue maridar un programa funcional con una necesidad física (constructiva), elevando su respuesta arquitectónica a la condición simbólica y representativa de uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista. El machón resultaba imperativo, en un punto extraordinariamente complejo.
        En cuanto a la segunda pregunta, la respuesta está en la propia historia de la humanidad, que coloquialmente podemos describir como el impacto de la “moda”. Los tiempos cambian y la razón cultural, siempre dinámica, se vincula directamente a su tiempo presente (en su siglo). El s. XVIII describe un escenario muy diferente, tanto para la Iglesia Católica, como para la sociedad civil y la arquitectura está directamente a su disposición con nuevas formulaciones.

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      JUAN CARLOS APARICIO VEGA

      Comentó el 08/12/2020 a las 21:00:17

      Estimados colegas,
      Vuestro trabajo me ha resultado extraordinario y muy sugerente. Aunque me dedico principalmente al campo del galerías de arte y el coleccionismo, mi fuerte vinculación con el ámbito de las Catedrales está estrechamente relacionado con mi larga etapa trabajando en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Me interesa mucho el tema de la circulación de los peregrinos y su ingreso y evacuación de los tesoros y relicarios. Tampoco se me escapa el hecho de que Gil de Hontañón tenía una extraordinaria capacidad para coronar sus intervenciones con un toque especial pleno de resonancias simbólicas (pasó aquí en Oviedo con el célebre cuerpo interpolado de la torre gótica).
      Mi pregunta es: el Archivo Capitular ha suministrado una documentación suficiente acerca de la cuestión objeto de estudio? Y en el marco del actual Plan Director que se viene desarrollando en la Catedral, se está mejorando de forma cualitativa la planimetría disponible? Gracias y enhorabuena.

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        José Ramón Sola Alonso

        Comentó el 11/12/2020 a las 17:00:54

        Buenas tardes Juan Carlos y muchas gracias por tu pregunta. El ejercicio de la intervención sobre el patrimonio va más allá de la restauración física del Bien, siendo ésta objetivo cierto. Las claves de la intervención restauratoria las sustanciamos no solo en una experiencia, ya larga, sobre Bienes de Interés Cultural, sino en el desarrollo de una metodología específica que afirmamos como arquitectos restauradores en términos de una necesaria actitud. El Proyecto de Restauración, como uno de los instrumentos de la Conservación, deberá expresar no solo lo que se ve sino lo que se piensa y siente. La materialidad del Bien no es un fin exclusivo de la concreción física de la intervención (que también), tanto como una de las causas de ella. La idea del espacio, la forma, su percepción y la propia cultura, pasada y presente. La razón física de la intervención debe despertar toda una generación de relaciones arquitectónicas que desbordan el mero comportamiento mecánico del monumento o el reconocimiento de sus procesos patológicos, abriendo el campo hacia la percepción, el diálogo entre la arquitectura histórica y el lugar, la estructuración del espacio, las relaciones tectónicas, la sensibilidad a los materiales en relación al contexto histórico, físico, social, cultural, climatológico y económico, las nuevas tecnologías, el potencial compositivo, formal y simbólico, las texturas, el color, etc. Esta metodología exige una profunda investigación del hecho arquitectónico e histórico que realizamos a través de lo que llamamos el “Levantamiento arquitectónico” entendido como concepto. A través de las herramientas del dibujo, la observación y la investigación documental, nos aproximamos a la realidad física, histórica, documental, perceptiva y simbólica del monumento. Te comento todo esto, pues bajo ese criterio siempre realizamos los levantamientos gráficos de los proyectos de restauración nosotros y en este caso también. Esta operativa nos permite alcanzar una serie de conocimientos sobre el Bien que convertimos en los activos del Proyecto de restauración, lo que estimula la generación de toda una serie de imágenes arquitectónicas, que reposan tanto en lo concreto, los hechos (documentales o físicos), como en lo abstracto, generador de esos hechos. Es un proceso complejo y laborioso pero enormemente satisfactorio. Voy a intentar pasarte una fotografía de hace una semana del resultado, aunque todavía no se ha finalizado la intervención.

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