Es en el siglo XIX cuando las mujeres empiezan a reivindicar de manera conjunta los derechos que las leyes establecidas les negaban. Las quejas personales empezaron a hacerse colectivas con la creación de asociaciones de mujeres, fundamentalmente en el continente europeo y en el americano, en las que ponían en común las desigualdades a las que vivían sometidas. Dos siglos después, estas asociaciones de mujeres feministas han copado todos los ámbitos, desde los culturales, a profesionales, jurídicos, artísticos, políticos, sindicales o periodísticos, pero fue la convocatoria de huelga feminista del 8M de 2018 el despertar colectivo en donde cientos de miles de personas se vieron representadas tanto en las razones para dicha huelga, como en los objetivos de las diferentes asociaciones. Este simposio quiere servir de ágora para debatir y averiguar cómo se encuentra este tejido asociativo y qué futuras estrategias se pueden adoptar para lograr los objetivos comunes.